"Así dijo Hashem: He regresado a Zion, y
moraré en Yerushalayim. Yerushalayim será llamada la Ciudad de la Fidelidad, y
el monte de Dios de los Ejércitos, el Monte Santo. "Zacarías 8: 3 (Torah)
La nauseabunda
historia se repite. Los árabes son incitados a atacar a los judíos mediante
afirmaciones mendaces (hechas por Abbas, entre otros) argumentando que los
judíos están atacando el sitio sagrado musulmán; Los árabes la emprenden
expulsando a los judíos que pretenden
visitar el sitio sagrado para ambas religiones y terminan asesinando israelíes; Los israelíes incrementan las
medidas de seguridad alrededor de dicho sitio sagrado para defenderse contra
nuevos ataques; Los árabes afirman que estas medidas defensivas de seguridad
son un incremento de una posición hostil hacia ellos y lo consideran un ataque en el sitio sagrado musulmán; Los
árabes incitan nuevos ataques contra israelíes en protesta por el presunto
ataque a un lugar sagrado; y así sucesivamente, la historia jamás termina.
En esta ocasión,
la protesta y el “día de rabia” anunciado por Abbas para el viernes 21 es
reaccionando en contra de los detectores de metal que el gobierno israelí ha
instalado en el Monte del Templo en Jerusalén, como respuesta al ataque del
domingo pasado ejecutado por dos árabes israelíes, quienes, armados, salieron
del complejo (mezquita) y asesinaron a dos policías drusos israelíes, dejando
un tercer oficial herido.
Esto ha
desencadenado una ola de violencia por parte de los palestinos, que se ha traducido
en que decenas de personas han sido heridas durante la noche en manifestaciones
violentas contra la policía en el área del Monte del Templo y en el este de
Jerusalén, por jóvenes árabes lanzando piedras contra los oficiales e
incendiando basureros. Según el comisionado de policía de Jerusalén, Yoram
Halevi, muchos de los que participaron en los disturbios fueron alentados a
hacerlo por las provocadoras declaraciones hechas por los líderes palestinos.
Lo que no
conciben ni consideran valido los árabes, es que el Gobierno Israeli tenga
ningún tipo de control sobre el Monte del Templo. Para los que no lo recuerden
el Templo referido es el Templo de Salomón, construido miles de años antes del
surgimiento del islam, y que fue ocupado por Jordania en 1949 y se ha mantenido
bajo su control debido a que los israelíes han respetado el acuerdo de
armisticio logrado luego de la guerra de 1967 donde tanto Egipto como Jordania
y Siria fueron derrotados por las gloriosas Fuerzas de Defensa de Israel.
Los árabes han amenazado
con desencadenar la guerra mundial si los judíos lograran tener acceso libre al
Monte del Templo, o de alguna manera alterar el statu quo. Ese estatus quo
significa que los judíos tienen su acceso al Monte del Templo fuertemente
restringido por los árabes y ni siquiera se les permite orar en él.
A pesar del hecho
de que, este fue el sitio original del templo judío, y es el lugar más sagrado
de todos para los judíos religiosos, como la Meca es para los musulmanes o el
Santo Sepulcro es para los cristianos La beligerancia árabe y musulmana sobre
el Monte del Templo no es sólo un ataque a Israel, sino al propio judaísmo.
Lo más horripilante
de todo esto es que los seculares de Occidente no pueden comprender, es que los
árabes incitados por la muerte realmente creen en la mentira de que el Monte
del Templo (y toda Jerusalén y todo Israel) les pertenece a ellos no a los
judíos – por cierto, el único pueblo (los judíos) para quien esta tierra fue,
es y será siempre su tierra nacional.
Antes de que los sionistas
lograran el sueño de la refundación del Estado de Israel, durante 13 siglos,
los judíos habían estado sujetos a un estatus político en tierras musulmanas
como ciudadanos de segunda, específicamente diseñadas para sojuzgarles de
acuerdo con las enseñanzas del Corán resaltando el honor que implicaba ser
musulmán y la vergüenza de ser judío. Los judíos eran dhimmis,
"protegidos" de la violencia musulmana por su aceptación de la
degradación pública diaria y la inferioridad jurídica, y para recibir esa
“protección” debían de pagar caro el “privilegio” de que no los mataran. Para entender
el concepto árabe y musulmán del honor (que permanece incólume), hay que
retrotraerse al siglo X. La perspectiva misma de una entidad política judía
autónoma es una blasfemia contra el islam y un insulto a la virilidad árabe La
medida de instalar detectores de metales y recobrar la soberanía del Estado Israeli
sobre el Monte del Templo les ofende, aunque esta responde al mismo milenario
principio, evitar que los musulmanes maten judíos.
En fin,
lamentablemente los palestinos rechazan la negociación entre las partes sin
precondiciones ni intrusos. Mientras tanto siguen matando y subvencionando a
quienes lo hacen y a sus familias. Así no se consigue la paz. ¿A Ud. no le parece?
A mi si.
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