Saturday, April 19, 2014

El Estado Judío


El Estado Judio

¿Por qué es tan importante para los judíos el reconocimiento de un estado judío?

Una paz duradera y verdadera no es posible si los palestinos no reconocen a Israel como la patria del pueblo judío como se ha venido haciendo desde la Declaración de Balfour, hasta la fecha, conjunto al reconocimiento de un estado palestino como patria del pueblo palestino. El conflicto sólo podrá resolverse mediante mutuo reconocimiento de dos estados cuyos pueblos vivan contiguos, en paz y seguridad.

Los judíos siempre han constituido una nación, un pueblo y una civilización, pese a  la separación prolongada de su tierra.  Durante milenios, inspirado en la Torah, el pueblo judío estableció un sistema de gobierno independiente en Tierra de Israel. La identidad judía ha sido forjada por un sentido de unidad, un destino común, una tierra (Eretz Israel), una religión, una cultura y un idioma que le caracteriza e identifica.

La definición de pueblo, civilización o nación se relaciona fundamentalmente por factores anclados a los aspectos básicos de su identidad, tales como la religión, la lengua y la tierra lo cual para los judíos es Israel del mismo modo que lo es Francia para el pueblo francés, Irlanda para los irlandeses o Alemania para los alemanes.

Con todo su derecho Egipto se define como la República Árabe de Egipto y Grecia, la República Helénica, ¿Por qué no puede Israel definirse como el Estado Judío?

Hallazgos arqueológicos y registros históricos dan testimonio de que  los judíos han vivido continuamente en la Tierra de Israel por 3.500 años. La comunidad judía de Israel tenía más de mil años de establecida cuando la destrucción del Segundo Templo por los romanos. Pese a que los romanos esclavizaron, desterraron y exiliaron a numerosos judíos, muchos permanecieron allí en considerable proporción respecto a la población del área. Ha habido presencia judía ininterrumpida en la Tierra de Israel. ¡Siempre!

Antes de expresarlo Teodoro Hertzel, el anhelo del pueblo judío por su independencia política ya había sido apreciado y reconocido por otros.  Mucho antes de la aparición del sionismo moderno,  en 1762, Jean Jacques Rousseau escribió: “…Me parece que nunca llegaremos a entender lo que los Judíos están diciendo hasta que tengan un estado libre, con escuelas y  universidades en las que sean capaces de hablar libremente y discutir sin peligro. Sólo entonces seremos capaces de saber lo que tienen que decir…”. De hecho, Israel  ha demostrado esto con creces dada la prodigalidad de contribuciones que ha hecho a la humanidad en campos como la agricultura, la ciencia, la tecnología, entre otros, además de ser un ejemplo de estado de derecho en su práctica y defensa  de la democracia.

Por siglos  la comunidad internacional y sus gobernantes han reconocido el derecho del judío a la autodeterminación. Napoleón, se refirió a ellos como  “…los herederos legítimos de Palestina…”, tal cual hicieron, en su momento, los presidentes estadounidenses John Adams y Abraham Lincoln,  ejemplificando el reconocimiento y los lazos entre el pueblo judío y la tierra de sus ancestros.

El 29 de noviembre de 1947, la comunidad internacional reconoció, una vez más, la necesidad del establecimiento de un estado judío, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución 181 recomendando la partición del Mandato Británico de Palestina en un Estado judío y un Estado Árabe. Lamentablemente, la respuesta fue la invasión de cinco ejércitos árabes.  Conste que nadie se hacía llamar palestino entonces, excepto los judíos.

Así y todo la Autoridad palestina y Hamas(su aliado) insisten en no reconocer al Estado Judío.  Ahora se lanzan a una Intifada diplomática que sólo conseguirá detener el proceso de paz y lamentables consecuencias para su pueblo

Aunque los palestinos y los demás árabes no lo mencionan, la esencia es religiosa. De acuerdo al Corán las tierras que están o han estado bajo el Islam son de su propiedad irreversible y, como toda el área estuvo bajo el Sultán Otomano y, por ende, bajo el Islam hasta que fueron derrotados por los occidentales tras la primera guerra mundial, no puede ser controlada por los infieles. ¿Puede el lector mencionar a algún otro pueblo al que se le niegue su identidad de este modo en algún otro confín del planeta?

Por ello no aceptan ni la existencia de Israel ni la de un estado judío en su tierra ancestral. Cuando comprendan que los judíos no renunciarán jamás a tener su propio estado, habrá paz y sin ello es imposible. Gracias a D-os el estado Judío de Israel está preparado y listo para defenderse de sus enemigos y, si es preciso, aniquilarles. ¿A Ud. no le parece? A mí, sí.

Friday, April 4, 2014

La Ciguatera


La Ciguatera

Hace días circula por las redes sociales una nota a la que (sin duda a propósito) se le ha dado una relevancia de la que carece.  Sólo sirve a algunos para sustentar su judeofobia. La fuente original es “Lobo Gaceta”, una página antisemita.  Trata sobre la  victoria de un grupo de rabinos Hasidicos (ultra ortodoxos) de New York  por mantener la práctica de succionar la sangre vertida por el niño después de efectuada la circuncisión.

Esta manera de extraer la sangre oralmente era practicada  por todos los judíos hasta que en el siglo XIX, opiniones contrarias se hicieron oír, gracias al conocimiento adquirido a través de la ciencia y la certeza de que el modo ritual podría ser peligroso para el niño, pues implicaba el riesgo de  eventuales infecciones.

Los sabios y grandes rabinos zanjaron la disputa permitiendo que se realizara la extracción de la sangre  utilizando algún sistema adecuado a las circunstancias, pero sin anularla pues, además de cumplir la obligación religiosa, ayuda a que  la sangre que está  fluyendo de la herida coagule. Desde entonces, la mayoría de los judíos adoptaron la costumbre de hacerlo  por otros métodos más antisépticos. Un reducido grupo mantuvo la costumbre ancestral.

Hace dos siglos que la extracción oral no es práctica común, pero se convierte en una noticia “sexy” y se riega como la pólvora, impulsada por el antisemitismo endémico.

En los mares del trópico existen algunos depredadores como la Barracuda en el Caribe o el Pargo en los mares del Japón que transmiten, aunque no sufren una enfermedad posiblemente mortal: la Ciguatera. El antisemitismo o, como prefiero llamarle, la Judeofobia se parece  a la Ciguatera porque muchas veces quienes lo transmiten no saben que lo tienen, de donde les vino, ni por qué lo hacen.

La Liga Antidifamatoria (ADL), organización que lleva 100 años luchando contra el antisemitismo y por un trato justo para todos, ha encontrado métodos  para medir esta enfermedad (la judeofobia) de acuerdo a  las respuestas dadas a enunciados escrupulosamente escogidos a los que el entrevistado puede responder, si los considera verdaderos o falsos. Son caracterizaciones o percepciones sobre de los judíos repetidas por cientos de años entre las que, incluso, algunas parecen halagos.

A continuación, enumero cuáles son estas caracterizaciones e invito al lector a hacerse  la prueba. En la medida que más aseveraciones sinceramente crea que son verdaderas, mayor será su contaminación. La cura es la educación y el análisis de la historia real de los judíos a través de los tiempos.

       Los judíos se ayudan entre si más que otros grupos étnicos.

       A los judíos siempre les gusta estar a la cabeza en todo

       Los judíos son más leales a Israel que a al país en que viven.

       Los judíos tienen demasiado poder en los EE.UU. hoy.

       Los Judíos tienen demasiado control e influencia de Wall Street

       Los judíos tienen demasiado poder en el mundo de los negocios.

       Los judíos tienen una gran gran cantidad de defectos irritantes.

       Los judíos son más propensos que otros a usar prácticas tenebrosas para conseguir lo que quieren.

       Los hombres de negocios judíos  son más astutos que los demás lo que elimina la posibilidad  de una justa  competencia.

       A los judíos no les importa lo que le pase a nadie más que a ellos.

       Los Judíos son menos honestos que otros hombres de negocios

Las buenas noticias son que, de acuerdo a un estudio realizado por La Liga Antidifamatoria (ADL), llegó a la conclusión  que en los Estados Unidos hubo en el 2013 una disminución del 19% en los incidentes judeofobicos reportados

El nivel de educación,  interacción con  judíos y la edad del individuo, son factores determinantes en el nivel de judeofobia  En general los más educados son notablemente menos prejuiciados. Los menos educados, sobre todo entre las minorías, son más propensos a tener puntos de vista antisemitas.

Los hispanos nacidos fuera de los EE.UU. son mucho más propensos a sufrir de judeofobia que los nacidos en los EE.UU. Lamentablemente, a pesar del gran apoyo y participación que los judíos tuvieron y tienen en la batalla por la igualdad y los derechos civiles de las minorías, entre la población afro-americana son más altos  los niveles de judeofobia.

Le invito a que piense  en cuán injustas pueden ser las aseveraciones que generalizan las características de su tribu. Cuánto se basan en la ignorancia, los prejuicios y la repetición. Los judíos conforman uno de los grupos más heterogéneos del planeta y, como todos, tenemos de todo. No somos ni mejores ni peores que los demás. Somos humanos. ¿A Ud. no le parece? A mí sí.