Sunday, November 22, 2015

ROLAND J. BEHAR: Incógnita en la Primavera Árabe

 
 

Rebeldes libios recorren el viernes pasado las calles de Trípoli, sacudidas esporádicamente por combates contra remanentes de las fuerzas leales al gobernante Moammar Kadafi.
Rebeldes libios recorren el viernes pasado las calles de Trípoli, sacudidas esporádicamente por combates contra remanentes de las fuerzas leales al gobernante Moammar Kadafi.
Str / AP





Ante la cadena de acontecimientos desplegados luego del comienzo de la llamada “primavera árabe” en Túnez, a todos, tanto expertos como neófitos, les surgen las interrogantes de qué pasara al final, quiénes detentaran el poder y cuál será el destino de estos pueblos, por tantos años aherrojados por férreas dictaduras, monarquías y satrapías.
Creo que aún no es tiempo para afirmar fehacientemente ninguna de las posibles opciones.
Si observamos la situación de Túnez y Egipto, vemos un paralelo pues, en esencia, luego de las manifestaciones populares, se produjeron golpes de estado en los cuales los aparatos de seguridad y el ejército de los regímenes anteriores reemplazaron al dictador y, por consiguiente, poco han cambiado la situación del país ni de los manifestantes. Eventualmente, designarán al nuevo líder; pero hasta ahora no se ven tendencias hacia la instauración de la democracia o del islamismo. Cabe notar los eventos ocurridos recientemente en la frontera entre Egipto e Israel, y la actitud tomada por el actual gobierno egipcio, que algunos consideran irresponsable en aras de complacer a los elementos islámicos anti-israelíes de la Plaza de Tahrir.
En la mayoría de los países de la zona, luego de la “liberación” de los europeos vencedores del imperio otomano en los albores del siglo XX, se ha desarrollado una suerte de bipolaridad entre los dictadores laicos de mano dura y de demostrada vocación por la tortura y el saqueo y los llamados islamistas, entre quienes encontramos versiones de mayor o menor ferocidad, pero siempre bajo la premisa de implantar la sharia como sistema de gobierno y fomentar la yihad contra Occidente.
Por otra parte, están las monarquías fabricadas por los británicos, con fuerte contenido islámico, quienes, al igual que los dictadores laicos, se afiliaron a Occidente o a la Unión Soviética de acuerdo a sus simpatías e intereses utilizándoles y siendo utilizadas por ambos al mismo tiempo. Mientras, todos intentaban ignorar lo que en esos países sucedía al ciudadano común.
En todos los casos, unas élites minúsculas, con respecto al número de habitantes de dichos países, disfrutan de “lujos orientales”, mientras la mayoría de la población vive a niveles infinitamente inferiores, sufriendo el abuso y corrupción de estas élites. Estas condiciones, junto a un mayor acceso a medios de comunicación, internet, twitter y telefonía celular, fueron las que produjeron la chispa de la llamada Primavera Árabe.
En Siria, los conflictos entre laicos del partido Ba’ath y los islamistas de la Hermandad Musulmana se remontan a 1963, cuando los islamistas comenzaron a hacer blanco de sus asesinatos y atentados a oficiales del gobierno, militares, profesionales e intelectuales. Esto culminó en un horrendo baño de sangre, precisamente en 1982, en la ciudad de Hama, cuando las fuerzas armadas, los aparatos de seguridad del Estado (incluyendo la aviación) cumpliendo órdenes del entonces presidente Hafez al-Asad (padre del actual) masacraron a la población de dicha ciudad de alrededor de 250,000 habitantes, donde se calcula que entre 15,000 y 40,000 personas perdieron la vida.
A pesar de la existencia de grupos de tendencia demócrata, todo parece indicar que a la caída del gobierno actual de Siria la balanza se incline hacia los islamistas aliados de Irán y patrocinadores de Hezbolá, Hamas y el Yihad Islámico. Malas noticias.
En Libia, donde al parecer presenciamos el ocaso de esa satrapía de 42 años de duración, el pronóstico es aún más difuso pues, al parecer, la resistencia está compuesta por tres factores fundamentales: ex miembros del régimen de Kadafi, ciudadanos libios residentes en el exterior –quienes, en muchos casos, han adquirido educación y fortuna– y un tercer componente, bastante numeroso, integrado por islamistas e incluso algunos veteranos de la guerra en Irak contra las fuerzas occidentales.
Fundamentalmente, los hombres de negocio y profesionales repatriados junto con los ex funcionarios, se han encargado de las labores de gobierno, planes de reconstrucción y conexiones con el exterior, mientras los islamistas han estado fundamentalmente envueltos en la lucha armada contra las fuerzas del régimen. Cuánto están dispuestos a compartir el poder, nadie lo sabe. En el caso de Yemen, todo parece indicar que la única opción es que triunfen los islámicos.
De cualquier modo predecir cuál será el destino de Siria, Libia, Túnez o Egipto, así como la estructura y composición final de su próximo gobierno, es mucho más difícil que pronosticar el rumbo de nuestros caprichosos huracanes. Quiera Dios que sea para bien.

ROLAND J. BEHAR: Incógnita en la Primavera Árabe

 
 

Rebeldes libios recorren el viernes pasado las calles de Trípoli, sacudidas esporádicamente por combates contra remanentes de las fuerzas leales al gobernante Moammar Kadafi.
Rebeldes libios recorren el viernes pasado las calles de Trípoli, sacudidas esporádicamente por combates contra remanentes de las fuerzas leales al gobernante Moammar Kadafi.
Str / AP





Ante la cadena de acontecimientos desplegados luego del comienzo de la llamada “primavera árabe” en Túnez, a todos, tanto expertos como neófitos, les surgen las interrogantes de qué pasara al final, quiénes detentaran el poder y cuál será el destino de estos pueblos, por tantos años aherrojados por férreas dictaduras, monarquías y satrapías.
Creo que aún no es tiempo para afirmar fehacientemente ninguna de las posibles opciones.
Si observamos la situación de Túnez y Egipto, vemos un paralelo pues, en esencia, luego de las manifestaciones populares, se produjeron golpes de estado en los cuales los aparatos de seguridad y el ejército de los regímenes anteriores reemplazaron al dictador y, por consiguiente, poco han cambiado la situación del país ni de los manifestantes. Eventualmente, designarán al nuevo líder; pero hasta ahora no se ven tendencias hacia la instauración de la democracia o del islamismo. Cabe notar los eventos ocurridos recientemente en la frontera entre Egipto e Israel, y la actitud tomada por el actual gobierno egipcio, que algunos consideran irresponsable en aras de complacer a los elementos islámicos anti-israelíes de la Plaza de Tahrir.
En la mayoría de los países de la zona, luego de la “liberación” de los europeos vencedores del imperio otomano en los albores del siglo XX, se ha desarrollado una suerte de bipolaridad entre los dictadores laicos de mano dura y de demostrada vocación por la tortura y el saqueo y los llamados islamistas, entre quienes encontramos versiones de mayor o menor ferocidad, pero siempre bajo la premisa de implantar la sharia como sistema de gobierno y fomentar la yihad contra Occidente.
Por otra parte, están las monarquías fabricadas por los británicos, con fuerte contenido islámico, quienes, al igual que los dictadores laicos, se afiliaron a Occidente o a la Unión Soviética de acuerdo a sus simpatías e intereses utilizándoles y siendo utilizadas por ambos al mismo tiempo. Mientras, todos intentaban ignorar lo que en esos países sucedía al ciudadano común.
En todos los casos, unas élites minúsculas, con respecto al número de habitantes de dichos países, disfrutan de “lujos orientales”, mientras la mayoría de la población vive a niveles infinitamente inferiores, sufriendo el abuso y corrupción de estas élites. Estas condiciones, junto a un mayor acceso a medios de comunicación, internet, twitter y telefonía celular, fueron las que produjeron la chispa de la llamada Primavera Árabe.
En Siria, los conflictos entre laicos del partido Ba’ath y los islamistas de la Hermandad Musulmana se remontan a 1963, cuando los islamistas comenzaron a hacer blanco de sus asesinatos y atentados a oficiales del gobierno, militares, profesionales e intelectuales. Esto culminó en un horrendo baño de sangre, precisamente en 1982, en la ciudad de Hama, cuando las fuerzas armadas, los aparatos de seguridad del Estado (incluyendo la aviación) cumpliendo órdenes del entonces presidente Hafez al-Asad (padre del actual) masacraron a la población de dicha ciudad de alrededor de 250,000 habitantes, donde se calcula que entre 15,000 y 40,000 personas perdieron la vida.
A pesar de la existencia de grupos de tendencia demócrata, todo parece indicar que a la caída del gobierno actual de Siria la balanza se incline hacia los islamistas aliados de Irán y patrocinadores de Hezbolá, Hamas y el Yihad Islámico. Malas noticias.
En Libia, donde al parecer presenciamos el ocaso de esa satrapía de 42 años de duración, el pronóstico es aún más difuso pues, al parecer, la resistencia está compuesta por tres factores fundamentales: ex miembros del régimen de Kadafi, ciudadanos libios residentes en el exterior –quienes, en muchos casos, han adquirido educación y fortuna– y un tercer componente, bastante numeroso, integrado por islamistas e incluso algunos veteranos de la guerra en Irak contra las fuerzas occidentales.
Fundamentalmente, los hombres de negocio y profesionales repatriados junto con los ex funcionarios, se han encargado de las labores de gobierno, planes de reconstrucción y conexiones con el exterior, mientras los islamistas han estado fundamentalmente envueltos en la lucha armada contra las fuerzas del régimen. Cuánto están dispuestos a compartir el poder, nadie lo sabe. En el caso de Yemen, todo parece indicar que la única opción es que triunfen los islámicos.
De cualquier modo predecir cuál será el destino de Siria, Libia, Túnez o Egipto, así como la estructura y composición final de su próximo gobierno, es mucho más difícil que pronosticar el rumbo de nuestros caprichosos huracanes. Quiera Dios que sea para bien.


Read more: http://www.elnuevoherald.com/2011/08/29/1011676/roland-j-behar-incognita-en-la.html#ixzz1WQnliUTz
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Percepcion y Realidad

La percepción y la realidad no siempre coinciden. En una visita que realicé a Israel hace unos años tuve la oportunidad de entrevistarme con el corresponsal principal de una de las cadenas noticiosas más importantes del mundo, destacado en Jerusalén, quien me comentó que en cierta calle de Tel Aviv están radicados más corresponsales extranjeros que en la mayoría de las capitales del mundo. Aun así lo que se reporta, lo que parece no es, necesariamente, la realidad. La percepción, de acuerdo a lo que se reporta, es que los árabes israelíes (musulmanes, cristianos y drusos) forman parte de una minoría explotada y discriminada por la mayoría judía, pero a pesar de las diferencias y actitudes discriminatorias que cualquier grupo es capaz de sentir y ejercer sobre “los otros”, el sistema democrático israelí reduce al mínimo las consecuencias de este desagradable hábito humano, hasta el punto que la mayoría de los árabes-israelíes se sienten orgullosos de su ciudadanía y de su país. No es un accidente fortuito, por citar algunos ejemplos: los árabes israelíes tienen un mayor grado de educación, un mayor grado de atención médica, un estándar de vida más alto que los árabes en cualquier otro lugar. La esperanza de vida de los árabes en Israel ha crecido en los últimos cuarenta años a partir de cerca de 52 años a más de 70 años y es sólo ligeramente inferior al de la población judía. Si se analizan índices económicos y educativos y se compara a los árabes israelíes con los árabes en otros países, estos demuestran concluyentemente cuánto mejor viven los árabes israelíes que sus “primos” fuera de Israel. Además, los servicios de salud han sido otro entorno donde el gobierno israelí ha realizado valientes esfuerzos para proporcionar servicios iguales y el acceso a profesionales. En 1999, una mujer árabe Rana Raslan, de 21 años de edad, de Haifa, fue nombrada Miss Israel, por primera vez en la historia de la nación. Sus palabras al ser coronada fueron: “Soy totalmente de Israel, y yo no pienso en si soy árabe o judía, soy israelí”. Este comentario envió un mensaje importante de la aceptación de los árabes israelíes a ambas poblaciones judías y árabes de Israel. Ser israelí es una fuente de orgullo. El Índice anual de la Democracia, presentado recientemente por el Instituto Democracia Israel (IDI), muestra que la gran mayoría, el 86% de los judíos de Israel y el 65% de los árabes israelíes, se describen como muy o bastante orgullosos de ser ciudadanos de Israel. Dicha encuesta además indica que la institución nacional que más confianza les brinda es el IDF (Fuerzas de Defensa de Israel), de acuerdo al 88% de los encuestados. Otra encuesta reciente encargada por Canal 10 y llevada a cabo por el instituto de investigación Statnet, que es dirigido por el estadístico árabe-israelí Yosef Makladeh, muestra que la gran mayoría de los árabes que viven en Israel, incluyendo Judea y Samaria (Cisjordania), preferiría vivir bajo administración israelí que bajo la Autoridad Palestina (AP). Cualquier persona que no viva en Israel se sorprendería por estos resultados, aunque árabes, así como judíos, gozan de un alto nivel de vida en el único país libre en el Medio Oriente. Los árabes israelíes son empleados en todas las dependencias gubernamentales y reciben todos los servicios brindados a la población en general. Ellos estudian en todas las universidades, incluyendo la Universidad de Ariel en Samaria, y sirven como jueces, oficiales de las FDI, el parlamento, las fuerzas armadas y el ministerio de exteriores. Las acusaciones de apartheid dirigidas contra Israel son falsas y sin fundamento. Creo que cabe mencionar a una árabe israelí, que representa a la mayoría de sus conciudadanos árabes. Anet Haskia es una musulmana que nació y se crió en la ciudad judeo-árabe de Akko, Israel, quien se prepara para entrar de lleno en la política israelí y critica a los miembros árabes de la Knesset, porque “ni siquiera uno” va a dar el pésame a las familias de los soldados israelíes muertos. Dice: “Estos diputados árabes gozan de derechos democráticos, pero no se dan cuenta de ellos”. Ella es madre de tres hijos. El mayor terminó su servicio en las Fuerzas de Defensa de Israel a principios de este año, su hija continúa su servicio como soldado profesional, y su hijo menor se ofreció como voluntario para un año de servicio pre-ejército. Ella invita a la próxima generación de los árabes-israelíes a “cambiar el rostro de la sociedad árabe israelí”. Sólo la democracia israelí promueve esta integración. ¿A Ud. no le parece? A mí, sí. Read more here: http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/article5692419.html#storylink=cpy

Rumbo Torcido

Si camina y suena como un pato….lo más probable es que sea un pato. Con profunda preocupación veo que cada vez más a la izquierda europea e, incluso, la norteamericana, es implacable en su crítica contra la política del Estado israelí. Se expresan en tonos de alarmante judeofobia que coincide con la propagación de mentiras a ultranza de la más rancia ultraderecha antisemita de siempre. Pienso que se debe, principalmente, a que la izquierda ha abrazado el mito de la “Conspiración Mundial” formada por redes secretas, egoístas cabilderos y pandillas de banqueros tan incriminados en contra de los judíos desde tiempos inmemoriales por parte de la ultraderecha y los judeófobos de siempre.
Ulrike Meinhof, terrorista alemán de extrema izquierda de la década de los 70, dijo: “Auschwitz significó que 6 millones de judíos fueran asesinados y arrojados en el montón de desperdicios de Europa, por lo que consideraron la relación dinero-judíos. El control del capital financiero y los bancos, el dominio del núcleo duro del sistema del imperialismo y el capitalismo, por ello el foco del odio de los hombres contra el dinero y la explotación se enfocó contra los judíos.... El antisemitismo es realmente un odio al capitalismo.
Como el judaísmo, la democracia representativa y la economía de mercado fomentan la tolerancia racial, étnica y religiosa, sosteniendo la pluralidad de diversos estilos de vida y costumbres. Las economías fuertemente reguladas o socialistas, por el contrario, tienden a producir intolerancia étnica y la persecución de las minorías.
Los orígenes del antisemitismo moderno de la izquierda socialista renuevan el vínculo entre el estatismo y la persecución de las minorías. El antisemitismo como un movimiento intelectual surgió a mediados del siglo XIX, cuando las teorías de conspiración judías crecieron en popularidad y varios escritores alemanes fundamentaron tesis acerca de una conspiración judeo-masónica para gobernar el mundo. Durante la revolución francesa, los judíos, junto con los masones, fueron identificados como fuerzas del liberalismo, secularismo y capitalismo. Más tarde, los escritores alemanes encontraron que los judíos eran un objetivo más popular que los masones, quizás porque eran más visibles o más diferentes. Las teorías conspirativas judeo-masónicas fueron finalmente descartadas junto a las de otros conspiradores, como los Templarios y los Illuminati y se centró la propagación del mito conspirativo en los judíos.
Bajo el disfraz de una honesta crítica a las acciones protagonizadas o a las políticas del Estado de Israel, el antisemitismo se está convirtiendo no sólo en tolerado sino, incluso, se ha puesto de moda en la actitud y declaraciones de demasiadas instituciones cívicas, incluyendo las universidades y medios de comunicación masiva donde la presencia de una ideología de izquierda es considerable.
El odio neurótico de la izquierda contra Israel ahora produce la incongruente actitud de un sinnúmero de autodenominados activistas liberales imitando las tristemente recordadas cacerías de brujas protagonizadas por el senador McCarthy en contra de cualquiera que se considere tenga conexiones con Israel, al tiempo que apoyan el boicot a las inversiones, empresas e instituciones académicas israelíes.
Uno de los recursos retóricos más nauseabundos utilizados por la izquierda es establecer una analogía entre el régimen nazi y el gobierno de Israel. Este vínculo es históricamente absurdo, puesto que Israel es, con mucho, el país más democrático y liberal del Medio Oriente; pero además es ofensivo porque demoniza a los judíos y minimiza el horror del Holocausto. Es obsceno comparar las acciones que Israel toma en su propia defensa y la de su pueblo contra los terroristas islámicos con las cámaras de gas de la Alemania nazi.
Veamos un ejemplo reciente en la manera que la izquierda europea valora la vida, o la pérdida de ella de los judíos europeos:
Recientemente se produjeron en Francia dos hechos horribles: el asalto a su sede y el asesinato de los periodistas de Charlie Hebdo a manos de terroristas musulmanes. Este magazine, de acuerdo con su ex editor, Stéphane Charbonnier (Charb), su punto de vista editorial refleja “todos los componentes del pluralismo de la izquierda, e incluso el de los abstencionistas”.
Como lógico resultado la opinión pública mundial y la prensa en general se hicieron eco de esta tragedia, justificada por los terroristas como una respuesta a una caricatura ofensiva. Sin embargo, ante el atroz atentado y asesinato de los clientes de un mercado kosher la reacción por parte de la izquierda no fue ni al menos proporcional. Estos hombres y mujeres asesinados no importaban tanto. Aunque nunca me he considerado izquierdista, creo que la humanidad le debe a sus esfuerzos, valiosos logros en el campo del respeto a los derechos humanos y la protección a los más necesitados. Es una pena que hayan tomado este derrotero judeofóbico. ¿A Ud. no le parece? A mí, sí.

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Me perdí Paris


 

Como los franceses, perdí Paris. Siempre tuve la ilusión de un día poder visitar la ciudad luz, recorrer sus museos y lugares históricos, entre otros donde Napoleón proclamó la emancipación de los judíos antes que ningún otro país europeo lo cual permitió su acceso a las universidades, primero en Francia y luego en el resto de Europa. Los innumerables descubrimientos científicos y aportes a la cultura y la civilización occidental que emanaron de tal acontecimiento.

Lo lamento me perdí Paris porque no me sentiría seguro si la visitara, los terroristas se han adueñado de ella y las autoridades francesas no creo que puedan superar el “buenismo” europeo, deshacerse de lo “politically correct” y actuar contra el Extremismo Islámico con la firmeza que se luchó contra el nazismo y el comunismo en occidente.

Es interesante constatar como cuando el 9/11, los medios de comunicación no tenían reservas etiquetando a los autores de las atrocidades de París como terroristas. Por el contrario, los mismos medios de comunicación se torturaban sí mismos para justificar su negativa a clasificar a los asesinos de Judíos como terroristas. De hecho, cuando "la Agencia France Press publicó una lista cronológica de los ataques terroristas en todo el mundo desde el 9/11, incluyendo por supuesto a los atentados de Madrid y Londres, Mumbai, Kenia y muchos otros. Sólo un país estaba completamente ausente de la lista. Israel.

No es una sorpresa. El antisemitismo en Francia desdibujado como antiisraelismo es tal que debido a numerosos  incidentes provocados contra la comunidad judía, un número considerable de sus miembros ha abandonado el país y los que quedan están haciendo todo lo posible por seguirles hacia otros destinos más seguros. No es la primera vez, por causas similares. La mayoría de los judíos franceses hoy en día no pertenecen a viejas familias establecidas en Francia, que fueron exterminadas durante la segunda guerra mundial, sino producto de las masivas emigraciones de judíos de los países del norte de África como resultado de las revoluciones de los años 50 y 60. Son gentes que ya sufrieron en carne propia la barbarie de sus vecinos árabes, y su memoria histórica les indica que la única opción es escapar mientras puedan. Es tal la situación que el Premier francés

¿Por qué es un terrorista suicida fuera de un estadio de París es diferente de un atacante suicida palestino en Jerusalén?

No hay ninguna diferencia, pero al parecer las vidas judías son tratadas como si tuvieran menos valor que otros seres humanos. Además, a diferencia de las víctimas francesas, pareciera como que los  judíos merecieran ser asesinados por mantener el sueño logrado de vivir en su tierra ancestral.

La judeofobia antisraelí ha llegado hasta el ridículo, cuando la ministro de Relaciones Exteriores de Suecia Margot Wallstrom, fue más allá de lo racional  y dio a entender que los Judíos eran los culpables de los asesinatos en París debido a la radicalización por parte de los inmigrantes árabes. Reconoció que las personas se están radicalizando y luego dijo: "Y una vez más volvemos a situaciones como que en el Medio Oriente, en especial los palestinos que piensan: Que no hay futuro para ellos,  y que tienen  que aceptar la desesperada situación en que se encuentran o recurrir a la violencia.

La reacción del director general del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, Dore Gold no se hizo esperar; inmediatamente se comunicó con el embajador sueco en Israel para dejar claro que "cualquier conexión entre el terror del Estado islámico y la cuestión palestina es infundada" y que los comentarios de la ministra de  Exteriores "puede interpretarse como  una justificación del terror Palestino."

Los asesinos de ISIS comparten con los demás  terroristas  islámicos ya sean palestinos, yemenitas, sirios, iraníes o iraquíes el fanatismo islámico. ISIS está diseñado del mismo modo que lo fueron Hamas y la Yihad Islámica. Todos están envueltos en  una guerra santa contra los infieles e incluso con los demás musulmanes que no se sometan a cooperar en la misma. Impiden que estos incluso den opiniones sobre la situación en sus países o sobre otros musulmanes. Cada uno de estos grupos en visiona su propio califato gobernados bajo la Shariá de acuerdo a su interpretación.

Los líderes ignorantes como la ministra sueca, los propagandistas a sueldo y los  medios de comunicación intentan obviar  la base religiosa de este  terrorismo, prefieren  creer que son  expresiones de frustración o desilusión política.

La actual ola de violencia en Israel es producto de la incitación por parte de  Mahmoud Abbas, otros líderes palestinos y  fundamentalmente clérigos que utilizando el argumento de que los judíos se quieren apoderar de  la mezquita de Al-Aqsa  han llamado a los “fieles” a defender el  tercer lugar más sagrado del Islam.

Hasta que no acabemos de entender que como lo fue el comunismo y luego el nazismo, el terrorismo islámico es otra plaga con la intención de dominarnos para beneficio de unos rufianes, ¡!y lo hacen en nombre de D-os” ¿A Ud no le parece? A mí sí.

 

Sunday, November 8, 2015

La Declaracion Balfour y el tortuoso camino por la paz



En Octubre de 1894, el Capitán Dreyfus fue arrestado y acusado de espionaje, Fue declarado culpable por un tribunal militar por supuestamente vender secretos militares a los alemanes, cuando en realidad quien lo había hecho resulto ser el Mayor Ferdinand Walsin Esterhazy. El 13 de enero de 1898, Emile Zola publicó su famoso J'accuse, denunciando el antisemitismo del gobierno francés enfocándose en la corte marcial y  el encarcelamiento de Dreyfus.
En 1896, Theodore Hertzel, fundador de la ideología sionista publicó “El estado judío",  donde propone  que la cura para el antisemitismo era el establecimiento de un estado judío. Él consideró que el mejor lugar era  Palestina nombre dado  por los romanos  a los reinos de Judea, Israel y Samaria, cuna ancestral del pueblo hebreo.
Este movimiento produce la emigración de miles de judíos, se asentaron en las desoladas  tierras convirtieron los pantanos en fructíferas plantaciones .Los árabes de los países vecinos comenzaran a arribar para satisfacer la necesidad de mano de obra.

Al tiempo, el movimiento sionista comenzó a tener miles de adeptos, judíos y no judíos en todo el mundo produciendo  que el 2 de noviembre de 1917, el Ministro de Asuntos Exteriores británico Arthur Balfour enviara una carta al Barón Rothschild donde expresaba que el "gobierno de su majestad veía con favor el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío”
La Declaración Balfour fue incorporada en el Tratado de Sevres y en la Conferencia de Sam Remo.

Lamentablemente esta declaración que orientaba la creación de un estado árabe y un estado judío no fue exitosa debido a que los británicos introdujeron en septiembre de 1922  el  memorando de Transjordania, que anuló las disposiciones del mandato para excluir el territorio al este del Río Jordan donde se suponía se asentara el Hogar Nacional Judío.

La Declaración Balfour es quizás el documento más importante en la historia sionista. La Declaración Balfour fue el impulso para el éxito del sionismo político y la creación del estado de Israel.

Fue la primera oportunidad de crear dos estados vecinos donde árabes y judíos vivieran en paz. El 29 de Noviembre de 1947, la Asamblea General de las Naciones Unidas votó por la  partición de Palestina Occidental en un estado Judío y otro árabe. Los judíos  lo aceptaron, los árabes lo rechazaron y respondieron con la invasión de cinco ejércitos. Los judíos vencieron y refundaron el estado de Israel. Más Tarde se han sucedido  otros intentos como:

La Resolución del Consejo de seguridad ONU 242, aprobada el 22 de noviembre de 1967 que incorpora el principio del el intercambio de tierra por paz.

Los Acuerdos de Camp David, 1978  que consolidaron considerablemente la posición de Israel. Sin embargo la paz entre Egipto e Israel no ha sido cálida

La Conferencia de Madrid, 1991  que fue copatrocinada por Estados Unidos y la Unión Soviética, basada en el Tratado de Egipto e Israel alentando a otros países árabes para firmar sus propios acuerdos con Israel.

Los Acuerdos de Oslo, de 1993 incorporaron un elemento que faltaba de todas las conversaciones anteriores - un acuerdo directo entre israelíes y palestinos, representados por la OLP. Su importancia fue el mutuo reconocimiento entre Israel y la OLP

Camp David, 2000. Las conversaciones tuvieron lugar entre el primer ministro israelí Ehud Barak y el Presidente de la OLP Yasser Arafat. No hubo acuerdo.

 En Taba, 2001. se presentó una "propuesta transitoria". Había más flexibilidad  y se informó que los negociadores israelíes aceptarían el concepto de la capital de un Estado palestino de Jerusalén oriental.

La Iniciativa de paz árabe del 2002 fue un intento del Gobierno  Saudita de  presentar un enfoque multilateral y señaló el deseo del mundo árabe para poner fin al conflicto bajo ciertas condiciones que llevarían a que  los países árabes reconocieran a Israel

El Acuerdo de Ginebra, 2003 fue anunciado por israelíes y palestinos invirtiendo el concepto de la hoja de ruta de Ginebra, buscando el crecimiento de la seguridad y la confianza antes de un acuerdo político

La Hoja de ruta, 2003 fue un plan elaborado por el "Cuarteto" - Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y las Naciones Unidas.

 En Annapolis, 2007 se propone un acuerdo para el 2008 donde se realzaban las figuras de Ehud Olmert y Mahmoud Abbas junto con funcionarios del cuarteto de paz y más de una docena de países árabes

 En Washington, 2010 después de un paréntesis de 19 meses Netanyahu aceptó una congelación parcial de 10 meses en la construcción de asentamientos en Cisjordania, lo que se llamó "el primer paso significativo hacia la paz". Pero Abbas se opuso.

Esto demuestra que se ha intentado en múltiples ocasiones lograr la paz, pero hasta que los árabes no entiendan que Israel esta ahí para quedarse no creo que se logre. ¿A Ud. no le parece? A mi si.