Thursday, May 18, 2017

Un fantasma que regresa……


El antisemitismo en los Estados Unidos está en aumento tanto por la derecha como por la izquierda.
La ultra derecha americana siempre fue antisemita, independientemente si fueran demócratas o republicanos, era un sentimiento acarreado de la vieja Europa por los millones de inmigrantes que arribaron a estas tierras desde el viejo continente.
Por más de 2000 años, los judíos han sido perseguidos y odiados por una serie de razones irracionales y paradójicas. Nos han culpado de la crucifixión y muerte de Jesús, aunque Jesús era judío. Hemos sido odiados por mantener nuestra distinta identidad judía y, cuando nos asimilamos, por amenazar la pureza racial de la sociedad donde vivimos. Hemos sido criticados como pacifistas y belicistas, como explotadores capitalistas y como comunistas revolucionarios. Ha sido cierto en casos individuales, pero nunca una característica como pueblo, aunque todos hemos sido condenados.
Al final, este sentimiento nos ha costado millones de vidas durante nuestra historia. Sucedió en la España de la Inquisición, en la Rusia zarista y el resto de Europa, para culminar con el Holocausto nazi.
Ya desde los albores del siglo pasado, el antisemitismo en los Estados Unidos era de tal envergadura que fue preciso que los judíos se organizaran para defenderse del mismo, y surgieran varias organizaciones al efecto, entre las que se destaca la Liga Anti difamatoria judía (ADL) fundada en 1913. Con el tiempo y una mayor integración de los judíos a la sociedad americana, si no fueron totalmente aceptados al menos comenzó a atisbarse cierta tolerancia, y luego de los cambios conseguidos a través de las legislaciones concernientes a los derechos civiles, la situación mejoró notablemente, dejo de ser “simpático” ser antisemita. 
La nueva ola antisemita -como siempre- comenzó en Europa hará al menos 20 años. Se ha visto un claro resurgimiento del antisemitismo en naciones donde muchos pensaron que estaba confinado para siempre a los márgenes de la sociedad. El antisemitismo en Europa está en sus niveles más altos desde inmediatamente antes del Holocausto. Según el último estudio realizado por la ADL en el 2013 alrededor de un 34% de los europeos orientales y 24% de los europeos occidentales son antisemitas. Mientras que, el antisemitismo norteamericano alcanzaba apenas un 9% de su población, pero las cosas están cambiando para mal. El año pasado, hubo un aumento del 50% de ataques antisemitas violentos en Estados Unidos. Hoy en día los judíos son el blanco más grande de los crímenes de odio religiosos en América, representando el 60% de los reportados. Muchísimos mas que contra los musulmanes, a pesar de la Islamofobia presente, tan condenable como el antisemitismo o cualquier forma de discriminación.
La izquierda pro palestina actúa al respecto de un modo deleznable en las universidades estadounidenses, donde los incidentes antisemitas se duplicaron en el último año, y se han convertido en un epicentro para esta actividad. Durante los últimos 15 años, la izquierda radical ha unido fuerzas con grupos islámicos radicales para promover el movimiento de boicot, desinversión y sanciones contra Israel, comúnmente conocido como BDS. El BDS difunde estereotipos antisemitas viles, demonizando al estado judío de la misma manera que los fanáticos han demonizado durante mucho tiempo a nuestro pueblo, enmascarando su antisemitismo en antiisraelismo.
El movimiento BDS aboga por los boicots a Israel de la misma manera que los antisemitas avanzaron boicots de negocios judíos y progroms en Europa a lo largo del siglo XIX y XX. En Estados Unidos, como lo hicieron los partidarios nazis liderados por el Padre Charles Coughlin a finales de los años treinta.
A la derecha, la pasada campaña presidencial ha traído más visibilidad al movimiento "alt-right", quienes han coordinado ataques contra judíos, fundamentalmente a través de los medios sociales, como Facebook, Instagram etc. Aunque en la media en general también se percibe un cierto relajamiento en cuanto a lo políticamente correcto en el caso de las críticas o comentarios contra los judíos.
El anti sionismo es una manera políticamente correcta de promover el antisemitismo, es preciso mantener una política de tolerancia cero con los grupos que buscan deslegitimar al estado judío de la misma manera que los antisemitas han buscado durante mucho tiempo deslegitimar al pueblo judío. Los judíos, debemos conocer nuestra historia y nuestra herencia, debemos enseñar a nuestros hijos la importancia de apoyar a Israel. Y tenemos que estar junto con nuestros amigos no judíos en América, ayudándoles a reconocer que el aumento del antisemitismo no es sólo un peligro para el pueblo judío, sino una amenaza existencial para todos.

Por primera vez, los judíos jóvenes están experimentando el antisemitismo mucho más familiar a sus padres y abuelos, y emana simultáneamente desde la extrema izquierda, el islam radical y la extrema derecha. La comunidad judío-americana y la comunidad pro-israelí, tanto liberales como conservadores, necesitan unirse para combatir este espantoso fenómeno. ¿A Ud no le parece? A mí sí.

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