Anoche, cenando con un amigo, hablábamos de
temas actuales. Trump, la muerte del innombrable… Me preguntó: ¿qué significa
la victoria de Trump para Israel? Expresé
mi criterio basado en algunas conjeturas y decidí que debería tratar de
conseguir una respuesta más informada y lo más cercanamente posible a la verdad
aparente. Aquí te contesto, Carlos.
Me abuela repetía constantemente un viejo
refrán Sefaradí: “Por decir fuego, no se
quema la boca”. Con respeto y cariño, difiero. Hay palabras que queman. En el caso de los
políticos, usualmente, el dicho de mi abuela acierta. Muchas veces los
políticos de todos los confines del planeta, han dicho o prometido cosas que
jamás han cumplido y no ha pasado nada. No se les quemó la boca.
Por eso, intento acercarme a la verdad
aparente basado en algunos hechos, afirmaciones y declaraciones de su campaña
respecto a la actitud y políticas que planea llevar a cabo en cuanto a Israel y
el conflicto palestino que podrían afectar positiva o negativamente al presente
y futuro de Israel.
La mayoría de los más cercanos asesores y asociados
de Trump son judíos. Ha sido poco usual, esto de encontrar un presidente
norteamericano que haya tenido un contacto más directo o tan personal con los
judíos, muchísimo menos, una hija convertida al judaísmo a la manera ortodoxa.
Entre los problemas más graves que enfrentan
hoy los estudiantes universitarios judíos están el antisemitismo, ostracismo y
la violencia instigada por grupos pro-palestinos de dudosas intenciones y subvencionados
por organizaciones ajenas a la universidad. Por ello, Trump, junto a Sheldon Adelson
del AIPAC, crearon una entidad mediante la cual otorgan becas a favor de
estudiantes desafortunados. Acerca de su esfuerzo declararon: "Nuestro objetivo es cambiar a las generaciones
más jóvenes neutrales u opuestas a Israel, en amigos de Israel”
Cito ahora declaraciones expuestas por la
campaña de Trump respecto al tema Israeli:
La
administración de Trump pedirá al Departamento de Justicia investigar intentos
coordinados en los campos universitarios para intimidar a los estudiantes que
apoyan a Israel.
El Memorando de Entendimiento (MOU) firmado
por los gobiernos israelí y estadounidense es un buen primer paso, pero hay
mucho más por hacer. Nuestra administración garantizará que Israel reciba la
máxima cooperación militar, estratégica y táctica de los Estados Unidos, y MOU
no limitará el apoyo que sea necesario dar. Además, el Congreso no se limitará
a dar un apoyo mayor que el previsto por el MOU si decide hacerlo. Israel y lo
Estados Unidos se benefician tremendamente con lo que cada país trae a la mesa
–Esta relación es una calle de dos vías.
Estados
Unidos deberá vetar cualquier voto de las Naciones Unidas que injustamente condene
sólo a Israel y trabajará con las instituciones internacionales y foros, así como
con la Unión Europea, para oponerse a los esfuerzos para deslegitimar a Israel,
imponer normas discriminatorias de doble standard contra Israel, e imponer
requisitos especiales de etiquetado en productos israelíes o boicotear los
productos israelíes. Estados Unidos deberá cortar fondos para el Consejo de
Derechos Humanos de la ONU, ya que está controlado fundamentalmente por
dictaduras que violan los mismos y que parece exclusivamente dedicado a la
difamación del estado judío.
Estados Unidos deberá ver el intento de
boicotear, desinvertir y sancionar a Israel (BDS) como intrínsecamente
antisemítico y tomar fuertes medidas, diplomáticas y legislativas, para impedir
acciones que pretenden limitar las relaciones comerciales con Israel, o las
personas o negocios israelíes, de manera discriminatoria. El movimiento BDS es
sólo otro intento de los palestinos para no tener que comprometerse a una
coexistencia pacífica con Israel. La falsa noción de que Israel es una potencia
ocupante debe ser rechazada.
Una
solución de dos Estados entre Israel y los palestinos parece imposible mientras
los palestinos no están dispuestos a renunciar a la violencia contra Israel y a
reconocer el derecho de Israel a existir como estado judío. Además, los
palestinos están divididos entre la Autoridad Palestina en la Ribera Occidental
y Hamas en Gaza por lo que no existe un pueblo palestino unido que podría
controlar un segundo estado. Hamas es una organización designada como terrorista
por los Estados Unidos, que activamente busca la destrucción de Israel.
Estados Unidos no puede apoyar la creación
de un nuevo estado donde el terrorismo es incentivado económicamente, los
terroristas celebrados por sus partidos políticos e instituciones
gubernamentales y la rampante desviación de forma corrupta de la ayuda exterior.
Estados Unidos no debe apoyar la creación de un estado que prohíbe la presencia
de ciudadanos cristianos o judíos, y que discrimina a personas por motivos de
religión.
Como dije antes lamentablemente las palabras
de los políticos, muchas veces se las lleva el viento, otras no, pero me gusta
lo que está diciendo Trump y su equipo en este aspecto ¿A Ud. no le parece? A
mí sí.