Se teme que la salud mental de Mahmud Abbas
esté seriamente afectada de acuerdo a las declaraciones que hizo a mediados del
pasado mes (enero 2018) durante una conferencia del Consejo Central de la
Organización de Liberación de Palestina (OLP). Alega que la razón de
existencia del Estado de Israel se debe a que "...los europeos querían
traer a los judíos aquí para preservar sus intereses en la región." “Ellos
le pidieron a Holanda, que tenía la flota más grande del mundo que transportará
a los judíos ".
Para ponerle la tapa al pomo - como decimos
en mi tierra - agregó, citando las palabras de un filósofo egipcio sobre la
Declaración Balfour acerca de la creación de un hogar nacional para el pueblo
judío, Abbas dijo que “...Israel es un proyecto colonial que no tiene nada
que ver con los judíos". Si esto no es estar completamente enajenado
de la historia y la realidad, ¿es un signo de locura? ¿O qué es? ¿Este es el
socio con quien se cuenta para lograr la paz?
Israel, a fuerza de haber tenido que luchar
contra el terrorismo - incluso antes de su refundación en 1948 -, ha entrenado
expertos en la materia, inigualables en ninguna otra parte del mundo.
Gracias a ello, han podido impedir que Irán fabrique la bomba atómica,
arruinó los planes nucleares de Saddam Hussein y Bashar el Assad gracias a dos
bombardeos solitarios. Además, con el intercambio de inteligencia,
protege la seguridad de Jordania que, sin Israel, colapsaría y ha frustrado los
ataques del ISIS en vuelos civiles europeos. Inclusive, actualmente colabora
con Egipto en la destrucción los asentamientos de ISIS en el Sinaí.
Por definición, hoy Israel es el Servicio de
Emergencias del Medio Oriente. Sólo para entenderlo mejor: imagínese la región
sin Israel (como quisiera Mahmud Abbas y el resto de los judeofobos del mundo).
Una zona sumergida en imparables conflictos entre diferentes grupos,
tribus (como en Libia) y sectas arrancándose las cabezas mutuamente frente al
Mediterráneo Oriental; un área donde los vuelos de la aviación civil están
supeditados a que un terrorista decida pulverizarlos en pleno vuelo y
desaparezcan, como ya ha sucedido en algunos casos de aviones llenos de
occidentales, un Medio Oriente enfrascado en una carrera armamentista nuclear
entre las monarquías (satrapías) existentes, provocando una ola aún mayor de
refugiados a Europa. Pregúntese ¿cómo sería si Israel no existiera?
No deja de ser un milagro que tan diminuto
país tenga tamaña responsabilidad sobre sus hombros para su supervivencia, pues
ellos serán las primeras víctimas del caos; pero no pueden hacerlo solos.
Es preciso la ayuda y solidaridad de los realmente buenos, los que se
oponen a las masacres perpetradas por los terroristas y no los ven bajo el
romántico carisma de “luchadores por la libertad”, que no son.
Los israelíes viven en un constante balanceo
entre la alegría, por los logros obtenidos y la fragilidad de saberse tan
pequeños frente a sus innumerables y desproporcionadamente mayores enemigos.
Nos hace pensar en los milagros. A pesar de los intentos que sus enemigos han
hecho por eliminarlos y de que los judíos sólo representan tres décimas partes
del 1 por ciento de la población mundial, han aportado un 25 por ciento de los
más notables logros intelectuales humanos en el período moderno, lo cual sería
muy largo de enumerar. Este extraordinario pequeño país acaba de ser nombrado
el tercero más innovador del mundo por el Foro Económico Mundial pese a haber
tenido que sobrevivir más de siete guerras en sus 70 años de existencia.
Apremiados por la tensión que va en aumento
debido a muchos factores, los israelíes no cejan en su preparación y capacidad
militar y se están llevando a cabo extensas simulaciones militares, con la
participación del Ejército de EE. UU. En caso de repetirse los ataques con
misiles desde el norte o el sur, el ministro de Defensa Lieberman declaró que
Israel respondería de modo que no se repitan imágenes como las del 2006,
cuando, mientras que los israelíes en Tel Aviv estaban en refugios, los
ciudadanos de Beirut estaban en la playa.
En las últimas dos semanas, dos rabinos
israelíes fueron asesinados, impunemente y a sangre fría, por dos terroristas.
A diferencia de cuando una chiquilla irrespetuosa y provocadora abofetea
a dos soldados israelíes, la prensa ignora, cruelmente, la pérdida de la vida
de estos dos padres de familia, por demás, hombres de paz y de fe.
Lo ha dicho Netanyahu y los conocedores del
tema coinciden en que la causa real por la cual no se ha conseguido la paz
entre palestinos e israelíes es por la tajante negativa de los dirigentes
palestinos a aceptar que en sus tierras ancestrales los judíos tengan un estado
judío. Hasta que no entiendan que Israel no va a desaparecer por su mano,
no habrá paz. ¿A Ud. no le parece? A mí sí.
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