La prensa mundial, nuestro actual presidente y
sus corifeos se enfocan en el peligro que Daesh (ISIS) representa. Ignoran o disminuyen la letalidad de las
otras al menos 45 organizaciones terroristas islámicas, clasificadas así por nuestro
Departamento de Estado y agencias de inteligencia.
Hace 22 años, precisamente el 18 de Julio de
1994, ocurrió el atentado a la AMIA, mayor centro comunitario judío de
Argentina. Perecieron 85 personas y hubo centenares de heridos, de diferentes
razas y credos. El terrorismo no discrimina.
Los autores fueron afiliados de Hezbollah,
asesorados y financiados por Irán con el beneplácito y complicidad de
funcionarios del gobierno argentino de entonces. Se incluye al presidente Carlos Menem entre
los cómplices.
Fue el segundo ataque terrorista masivo en el
hemisferio occidental tres años antes que el fatídico 911. El primero fue
contra la embajada israelí en Buenos Aires en marzo 17, 1992. El saldo: 22 muertos y 242 heridos. No recuerdo
a nadie diciendo entonces “Yo soy Buenos Aires”. Quizás pensaban que sólo habían muerto
judíos, que no merecían la solidaridad mundial.
Durante doce años de arduo trabajo el fiscal
Alberto Nisman Z” L” se encargó de la investigación. Entre el 2004 y el 2006,
Nisman acusó, formalmente, a Irán de planear el ataque y a Hezbollah de
llevarlo a cabo. De hecho, emitió
órdenes de arresto contra varios altos funcionarios iraníes de quienes se sospechaba
planificaron del ataque. Unos días antes de su misteriosa muerte, hizo una
denuncia formal contra la entonces presidente de Argentina, Cristina Fernández
de Kirchner y el canciller Héctor Timmerman, entre otros. Pienso que eso le
costó la vida.
La participación de Hezbollah en la guerra en Siria
ha deslegitimizado aún más a este grupo terrorista al identificarlo como una
herramienta de Irán. Hace 10 años eran comunes los carteles en los pueblos del
sur del Líbano homenajeando a miembros de Hezbollah abatidos en la lucha contra
Israel. Aunque algunos siguen en pie, la
mayoría ha dado paso a una nueva generación de carteles, dedicados a los
combatientes caídos en Siria apoyando el régimen de Bashar Assad por órdenes
emanadas desde Irán.
En el Líbano, donde Hezbollah sigue dominando
políticamente, es mucho más criticado públicamente. La opinión pública libanesa
está polarizada entre los que aún le apoyan y los que ven el peligro de ser
arrastrados a una situación similar a la de Siria. Siguen queriendo matar a los
judíos, pero mientras tanto están matando a miles de árabes de militancia Suni.
Para Israel, esto es un escenario ideal: sus enemigos se matan entre sí en Siria,
sin que le cueste una bala o un soldado a Israel.
De acuerdo con un informe presentado por Ilan
Berman, vicepresidente del Consejo de Política Exterior de Estados Unidos,
Hezbollah está presente en "no menos de quince centros metropolitanos, que
se extienden desde Nueva York a Los Ángeles." Mencionando, específicamente,
las ciudades de: New York, Newark, Boston, Chicago, San Francisco, Louisville,
Houston, Miami, Los Ángeles, Portland, Atlanta y Tampa. Por su parte Clara
López, vicepresidente de Investigación y Análisis del Centro de Política de Seguridad,
indica que los objetivos de Hezbollah en Norteamérica incluyen: preparación
para ataques y vigilancia; mecanismos de financiación a través de fraude y
estafas; recopilación de inteligencia; adquisición de equipo militar y el
establecimiento de células durmientes.
En cuanto a América Latina, se conoce, de
acuerdo a informes del Departamento de Estado norteamericano que, al mismo
tiempo de perseguir los mismos objetivos están, además, involucrados en el tráfico
de cocaína en Colombia, México y Venezuela donde, incluso, altos oficiales del
gobierno están complicados en el mismo.
A diez años de la confrontación entre
Hezbollah e Israel, se vuelven a escuchar los tambores de la guerra. Anuncian
que tienen más de 120.000 misiles dirigidos contra ciudades israelíes,
escondidos debajo de edificaciones, con la intención de utilizar a los
ciudadanos libaneses como escudos humanos.
El Maj. General Yair Golán, jefe del personal
en funciones de las Fuerzas de Defensa de Israel, dijo a los periodistas
extranjeros que Hezbollah ha desarrollado capacidades que presentan amenazas
"sin precedentes" a Israel, pero emitió una severa advertencia al
grupo terrorista que cualquier ataque futuro a Israel desataría un daño
"devastador" en el Líbano.
También el primer ministro de Israel, Benjamín
Netanyahu, advirtió que el grupo terrorista libanés Hezbollah se enfrentará a
un "puño de hierro" si ataca de nuevo. Dijo que todo aquel que se
atreva a atacar a Israel se enfrentaría a una "respuesta
contundente".
La respuesta israeli ante las agresiones ya
las han experimentado, en otras ocasiones, jordanos, egipcios, sirios, iraquíes,
palestinos en Gaza y el propio Hezbollah. Ojalá que no se lancen, pero, si lo
hacen, que después no se quejen de una “respuesta desproporcionada”. Es lo que toca. ¿A Ud. no le parece? A mí, sí.