La Franja de Gaza tiene una superficie de 360 kilómetros cuadrados (224 millas), más o menos el tamaño del Distrito de Columbia (Washington D.C.). Estuvo bajo jurisdicción egipcia luego que Egipto y sus vecinos invadieran al naciente Estado de Israel en 1948. Fue recuperada por Israel durante la guerra de los Seis Días en 1967. Fue rechazada por Egipto tras el pacto entre Menahem Beguin y Anwar El Sadat de Camp David en septiembre de 1978. Israel no tuvo otra opción que asumir la total responsabilidad por sus habitantes hasta que, luego de los acuerdos de Oslo en 1994, cayó bajo la administración de la Autoridad Palestina. En agosto del 2005 Israel se retiró absolutamente del territorio, dejando tras de sí
millones de dólares invertidos en infraestructura: escuelas, hospitales, fábricas y granjas.
Todo fue destruido inmediatamente por Hamas y sus simpatizantes en perjuicio de su población, quienes podrían haber aprovechado dichas estructuras productivas beneficiosamente.
Tras la retirada israelí se efectuaron unas elecciones en Gaza, en las que venció Hamas por abrumadora mayoría dada la corrupción y los abusos a que la Autoridad Palestina (AP) había sometido a la población.
Inmediatamente al resultado de las urnas, Hamas se dio a la tarea de perseguir asesinar y/o expulsar a los funcionarios de la AP, e impuso un férreo sistema de control sobre la población. Incrementaron el armamento y la incitación a la violencia contra Israel, mientras sus dirigentes se enriquecían malversando los fondos donados para beneficio de la población.
La campaña de ataques de misiles y morteros contra los civiles israelíes disparados por Hamas data del 2001 sobre las ciudades de Sderot, Ashkelon, Ashdod, Beersheba, Jerusalem Tel-Aviv y Haifa. Israel ha respondido a los ataques con varias operaciones militares, entre ellas, la Operación Arcoiris (mayo del 2004), Operación Días de Penitencia (2004), el conflicto entre Israel y Gaza del 2006, la Operación Nubes de Otoño (2006), la Operación Invierno Caliente (2008), la Operación Plomo Fundido (2009), la Operación Pilar de Defensa (2012) y, en este momento, la conocida como Barrera Protectora (2014).
Todas han tenido el objetivo de proteger a los ciudadanos de Israel. Judíos, cristianos, drusos y musulmanes.
En recientes declaraciones el presidente de Israel, Simón Peres expresó: “Cada país tiene la obligación de protegerse contra los ataques y los intentos de matar a civiles inocentes.
Ningún estado en el mundo estaría dispuesto a aceptar los cohetes disparados contra sus madres ni sus hijos desde el cielo ni a terroristas que salen de sus túneles para matar a personas inocentes sin razón y sin justificación".
Es horrible la pérdida de vidas de civiles palestinos, entre los que se encuentra un número tremendo de niños y mujeres utilizados como escudos por Hamas.
Es imprescindible detener el doble estándar respecto a Israel. Simplemente pregúntese lo que cualquier ejército ha hecho en la historia del mundo, con respecto a la prevención por la pérdida de vidas humanas en una guerra. De los nazis a los aliados y desde los rusos a los japoneses y actualmente en Siria. Todos ellos y otros en una situación de guerra, han considerado a los ciudadanos enemigos hostiles y han optado por acabar con ellos en las ciudades bombardeadas o tomadas en todas las guerras. El único ejército en la historia del mundo que anuncia sus operaciones para salvar vidas de civiles inocentes es el ejército israelí.
Pero eso no es suficiente. Aún los israelíes son objeto de críticas y llaman a sus acciones
para eliminar a los terroristas que han enviado miles de cohetes contra los ciudadanos israelíes “fuera de proporción’’. ¿Estaba fuera de proporción la destrucción de Dresden, Hiroshima y Nagasaki, Varsovia y otras ciudades europeas, donde miles de civiles fueron masacrados por ambos lados?
Esto me recuerda la historia del esclavo enterrado hasta el cuello en la arena del coliseo, que muerde la pata del león que está tratando de matarlo, provocando los rugidos del público que le increpa a “pelear limpio”.
Ese es el caso de Israel, no importa lo que haga, será criticado y condenado por amigos y enemigos.
Gracias a D-os que están listos para defenderse y ganar la batalla contra sus enemigos en el terreno.
Esperemos que también gane en los medios y en los corazones de la gente decente del mundo. ¿A Ud. no le parece? A mí, sí.
rjbehar1050@hotmail.com
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