No debería ser, pero lo es. Existe la contradicción de que gobiernos democráticos propulsores y adalides del estado de derecho mantengan todo tipo de relaciones diplomáticas, culturales y comerciales con regímenes que niegan, conculcan y prohíben a sus súbditos los derechos que la sociedad democrática garantiza. Lo que acontece es que los países trazan principalmente su política exterior basados en su percepción de la defensa de los intereses de sus ciudadanos, primero, y cualquier consideración ética o moral, pasa a segundo plano. Por eso existen relaciones que no tienen sentido moral ni ético.
En la Republica Popular China impera un gobierno comunista que viola constantemente los derechos humanos de su población impunemente, sin embargo es un socio comercial de primer orden de los norteamericanos por varias razones. Durante la “guerra fría” utilizaban dicha relación como papeleta de negociación y balance frente a los soviéticos, hasta que descubrieron que tambien podría convertirse China, en un buen lugar donde invertir y conseguir una substancial variedad de productos de bajo precio para consumo masivo del comprador norteamericano a la vez que en un mercado importante para sus productos. De los muertos de la Revolución Cultural y Tianamen , ¿qué?, nada.
Desde Arabia Saudita llegaron los 19 terroristas que destruyeron las emblemáticas Torres Gemelas de New York en Septiembre once, es el país que promueve la forma más radical del Islam extremista , el Wahabismo, principal enemigo de occidente, gobierna una monarquía súper corrupta, regida por la ley de Shari’a que permite decapitar, mutilar o apedrear sin juicio a cualquiera, y sin embargo ni pena alguna, los norteamericanos y los civilizados europeos mantienen la mejor de las relaciones a cambio del flujo ininterrumpido de petróleo y capital a sus países. Lo mismo puede decirse de Libia, los Emiratos Árabes y hasta no hace demasiado tiempo del gobierno dictatorial de Saddam Hussein, o el régimen del Sha de Irán en su época. De las victimas ¿qué?, bien, gracias.
Por estas latitudes recordamos como por años, los Estados Unidos sostenían las mejores relaciones con dictaduras de derecha en donde se cometían toda clase de atrocidades y violaciones de los derechos humanos de sus ciudadanos a cambio de tener acceso a materia prima y productos de bajo precio para el consumidor norteamericano. De las victimas ¿qué? , nada.
Para ponerle la tapa al pomo cito las cordiales relaciones establecidas con el mismo régimen de Vietnam al que combatieron al costo de millones de dólares y de miles de vidas de jóvenes norteamericanos en la plenitud de su vida. Y de los vietnamitas y norteamericanos que murieron por la libertad ¿qué?, bien, gracias.
Esta ha sido y es la realidad. Acontece que hasta hoy, los norteamericanos no han encontrado y dudo que encuentren un motivo real y pragmático para restablecer relaciones más allá de las actuales con la dictadura cubana, por razones obvias. No tienen nada que pueda beneficiar la calidad de vida del consumidor norteamericano, ni ofrece, el gobierno cubano, por lo errático de su comportamiento, ninguna garantía para los inversionistas ni siquiera para otorgarle algún tipo de crédito. Ni producen, ni pagan. No se les puede comprar, ni vender, quienes lo han hecho pasándose de listos, siempre han salido perdiendo a la larga y a la corta, pregúntele a los
ex soviéticos, españoles, mexicanos, italianos, chilenos, argentinos y venezolanos que lo han hecho. El beneficio y el riesgo no cubren el precio de la vergüenza por asociación.
La relación entre USA y Cuba se limita a un acuerdo migratorio, -yo no te lleno las playas de desconocidos si tú me das 20,000 visas al año, de modo que la gente opte por irse en vez de resistir-. Por otra parte la relación con la comunidad exiliada/emigrada/desterrada/quedada,infiltrada, que ya no se sabe bien lo que es , se limita a la política local que hasta ahora, a pesar de su diversidad en criterios ,momento de arribo e intereses, ha demostrado en las urnas una tendencia a mantener el status quo y por lo tanto, Washington se han involucrado más o menos, ha contribuido más o menos y ha financiado más o menos diferentes esfuerzos para lograr un cambio de régimen por distintas vías de acuerdo a la época y el timonel a cargo de la Casa Blanca. Realmente con muchísimo menos compromiso y deseo que lo expresado por el Malandante y sus muchachos. El mito de la inminente invasión Yankee.
Estoy seguro que cuando los Estados Unidos descubran un provecho para sus consumidores, restablecerían relaciones, levantaran el embargo y aquí paz y en el cielo gloria.
Basado en esta realidad, ellos, que no son tontos, el gobierno cubano y sus “alabarderos en el exterior”, han echado a andar una campaña tratando de convencer a la opinión pública norteamericana de las bondades de una relación mas estrecha con la isla en términos de lo que se beneficiarían los productores norteamericanos de un mercado virgen y a su disposición, de lo conveniente y placentero del acceso a sus playas para los turistas y otras lindezas. Además del financiamiento y puesta en marcha de un Lobby pro Castro y la colocación de periodistas y académicos, “agentes de influencia” (registrados o no) en diferentes esferas de la opinión pública y la academia norteamericana para propagar “el mensaje”. Pero sobre todo enfrascados en una tenaz lucha por los derechos e intereses de los ciudadanos norteamericanos. Y de los cubanos. ¿Qué? , por supuesto, nada, todo bien, gracias.
El último recurso ha sido el de secuestrar, como los piratas, a ciudadanos norteamericanos como es el caso de Alan Gros , un contratista independiente, un civil, a quien en ocho meses se ha mantenido cautivo sin formulársele cargos ni presentar pruebas de su supuesto delito, quizás le aplicaron la ley de “peligrosidad pre-delictiva”, aberración legal que exhibe el Código Penal Cubano . La cosa se complica para Gross luego que el Malandante lo ha relacionado con, y prometió que las “avispas cautivas” estarían en casa antes de Diciembre , prueba de ello es la visita de Richardson a La Habana. Ojala que se dé el canje y lo liberen pronto, todos nos beneficiamos, salimos de la morralla, y un buen hombre queda libre. Gilat Shalit sigue en poder de Hamas, los terroristas son así. Secuestran.
El otro mito para dormir ingenuos prefabricado por la inteligencia cubana es el de la posibilidad de producir cambios dentro del sistema, y muestran con orgullo la nueva perspectiva de ser “barbero por su cuenta” sin que sea ilegal y prohibido como hasta hace unos días.
Afortunadamente es una batalla perdida para el castrismo, pues lo único que pueden ofrecer a USA son sus ruinas y sus deudas, y saben que si realmente permiten cambios sustanciales se les desmorona el castillo y pierden el poder.
Uno de los principales argumentos en contra del mantenimiento del embargo que no existe, es que no ha dado resultados por cincuenta años. Bueno, está demostrado hasta la saciedad que el sistema impuesto por los últimos cincuenta años en Cuba es un fracaso, es incapaz de tan siquiera alimentar a su población sin la limosna extranjera y lo que fueron sus logros financiados por otros como la educación y la salud se desmoronan como castillos de naipes dado la intrinsica deficiencia de diseño del sistema impuesto.
¿Por qué no imitan a la sangrienta dictadura de Pinochet y se someten a un referéndum bajo los auspicios de observadores internacionales y permiten que el pueblo decida libremente si escoge el mantenimiento de la dinastía de Biran o un cambio de régimen mediante una transición hacia un estado de derecho en una sociedad pluripartidista? Como dice mi amigo Ricardo, no los salva ni el enroque con el Alfil.
Tuesday, August 31, 2010
Los Ansiados dolares para perpetuarse en el poder
cubaencuentro
internacional
Opinión, Internacionales
La razón fundamental de la actual estrategia de La Habana es tener
acceso a los fondos que cuanta entidad, internacional o privada, tenga
disponible
Roland J Behar, Miami
20/08/2010
Para poder hacer un análisis pragmático de la realidad ante cualquier evento, es imprescindible encontrar el beneficiario mayor e inmediato del mismo. Hacer historia ayuda porque, como dice el guajiro: “Siempre que pasa igual, sucede lo mismo”
La tiranía cubana consideró que su afianzamiento en el poder ,objetivo que aún persiste, se fortificaba al mantener aislados y separados a los cubanos, prohibió a familiares que hablaran, se escribieran o tuvieran cualquier tipo de comunicación y, por lo tanto, el intercambio de información vital entre seres queridos, “en familia”.
Eran los tiempos del inagotable subsidio soviético; cuando gritaban a los norteamericanos “yankee go home”, y allá les seguía la turba. Nada importaba. Ni el embargo, ni la expulsión de la OEA, ni la agresiva actitud de los gobiernos norteamericanos de entonces. Había rublos para botar. La euforia del poder enceguecía. Hablaban de crear uno, dos, tres muchos Vietnam, y casi lo logran con su secuela de muerte. No necesitaban entonces los ansiados dólares para perpetuarse en el poder.
Luego, al final de los setenta, cuando los rusos entendieron que el “hijo bobo” del Caribe y otros fracasados regímenes satélites de Europa Oriental los enrumbaban a la bancarrota, impusieron las directrices del CAME (Consejo de Ayuda Mutua Económica), y al régimen cubano no le quedó otra alternativa que recurrir a algo a lo que Cuba jamás había apelado en su historia republicana, ni en los peores tiempos de la crisis del treinta: la limosna de sus emigrados.
Los españoles se iban a Cuba para mandar dinero a su familia en España, y no al revés. Más de siete mil italianos esperaban visa en 1958 para emigrar a la isla con el mismo objetivo de sostener a sus familias en Europa. De hecho, la emigración de cubanos era mínima. No era por necesidad.
El primer diálogo entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos fue para negociar la liberación de los
prisioneros de Bahía de Cochinos, con el correspondiente colofón del intercambio de humanos por mercancía.
En 1978 produjeron el segundo diálogo, gracias al cual se deshicieron de tres mil y tantos presos, ex presos políticos y desafectos que no habían podido marcharse antes por la prohibición, aún vigente, de salir libremente del país.
Con este “gesto de apertura” trataron de convencer a los despreciables gusanos, esos familiares
innombrables del exterior, de que se habían convertido en mariposas. Desde ahora, siempre y cuando pidieran permiso y vinieran calladitos, podrían regresar, de visita, por unos días, a ver a su familia y al país. Todo por los ansiados dólares para perpetuarse en el poder.
Estos mismos tipos que, desde la estampida del Mariel, vienen amenazando a sus vecinos norteamericanos con otro éxodo aún mayor, si no les ayudan a sacar las castañas del fuego, han conseguido, gracias a ello, lo que nadie en el mundo. Ni los bosnios, ni los herzegobinos, en plena matanza, pudieron contar con 20,000 visas de residente anuales.
Con esto, logran perpetuar la interminable generación de familias separadas, viajes, paquetes, remesas y, por supuesto, los ansiados dólares para perpetuarse en el poder.
Acontece que, al principio, se robaba sólo en la cúpula. Recuerdo cuando había que estar loco para ofrecerle a “Cara de Crimen” ,uno de los examinadores de la licencia de conducción de Cuba y Chacón en La Habana, un soborno para pasar el examen, so pena de ir preso en el acto. Eran otros tiempos. Ahora, la corrupción y el robo van de la cima a la sima.
Complica las cosas para el régimen que su último sostén, la Venezuela de Chávez,tambalee económicamente, a causa de la situación de la economía mundial y la nacional, unidas a la corrupción galopante que también se padece allí.
Es de conocimiento público que Venezuela hace meses que no cumple sus compromisos ni con Cuba, ni con unos cuantos países del Caribe a los que habría prometido “villas y castillas”.
Esta es la razón fundamental de la actual estrategia, así como de la consigna que rezumba desde La Habana: conseguir, a toda costa, que se levante el embargo para tener acceso a los tontos dineros blandos que cuanta entidad, internacional o privada previamente penetrada, tenga disponible para estos menesteres. Pero lo inmediato, lo más factible, es el viaje de turistas norteamericanos en masa para que regresen los ansiados dólares para perpetuarse en el poder.
Ahora no se habla de los turistas norteamericanos, como en mi época, cuando se les describía como
ignorantes borrachos, apestosos a quienes sólo les interesaba el alcohol, el juego y la prostitución. Por
supuesto, estos males (según el régimen) fueron implantados en el país por los mismos norteamericanos para su disfrute exclusivo.
Le sugiero al lector, como ejercicio intelectual, que recuerde por un momento los cánones y maneras de
conducirse de un norteamericano medio de los años cincuenta. Entonces, compárelos con los del norteamericano medio actual respecto a valores morales, éticos, uso y abuso de drogas y otros alucinantes,alcohol y pornografía, adulta e infantil. Estos son los que el gobierno de Cuba desesperadamente anhela que nos invadan con los ansiados dólares para perpetuarse en el poder.
Hay algo que he notado en que coinciden el gobierno cubano, sus voceros locales, algún que otro tonto, ,o no tan tonto, útil de por acá, y alguna gente de buena fe, pero ingenua, en que estos nuevos turistas
anteriormente descritos, cuando visiten la isla no van a hacer nada en absoluto por un cambio del régimen ni van a estar muy preocupados por el respeto a los derechos humanos de los cubanos, ni harán un gran aporte a la transición hacia un Estado de Derecho. Por supuesto, no se solidarizarán con los jóvenes que encuentren en su camino víctimas de la falta de libertad. Lamentablemente, en muchos casos el contacto estará limitado a su uso y abuso, tal cual hacen la mayoría de los turistas extranjeros actuales en la Isla.
Imagínese el lector la impunidad que tendrán estos turistas por el solo hecho de ser norteamericanos.
¿Recuerdan la impunidad de los rusos en su época colonial? Agréguese a eso el actual poder del “baro”frente a los policías cubanos de salario mínimo y a la venta.
Los grandes beneficiarios, realmente, son, por una parte, la alta nomenclatura cubana, administradora de los bienes nacionales, por la otra, los que desde aquí, cubanoamericanos o norteamericanos puedan lucrar con las necesidades que el negocio genere. Lo demás es cuento de camino.
¿Por qué ninguno de los que los que respaldan semejante cuento no abogan por el derecho de los ciudadanos cubanos de entrar y salir libremente del país? Ni siquiera mencionan si estarán incluidos en este acuerdo los ciudadanos norteamericanos nacidos en Cuba ¿Serán tratados estos como norteamericanos, o como cubanos? ¿Serán tratados como cubanos o norteamericanos “de segunda”?
Al gobierno de Cuba no le interesa en absoluto resolver el conflicto real entre el régimen de facto y el pueblo oprimido, por eso, el índice de suicidios, la emigración incontrolable y la ausencia de esperanza priman. En definitiva, el mensaje está escrito en la pared: el objetivo del régimen es simple, conseguir los ansiados dólares para perpetuarse en el poder. Lo demás, es cuento.
Friday, August 27, 2010
El dolor del otro
ROLAND J. BEHAR: El dolor del otro
By ROLAND J. BEHAR
Hace pensar y pienso. Desde su aparición hace 1,400 años el Islam, además de ser una religión, es un modo de vida, con leyes y preceptos establecidos para gobernar en los territorios adquiridos, puesto que en sus inicios carecía de ellos y los ha tomado desde entonces por y a la fuerza.
Los musulmanes históricamente han construido sus mezquitas tan pronto ha sido posible en los territorios conquistados, de la manera más fastuosa posible para demostrar el dominio del Islam en dicha área; recuérdese que Islam quiere decir sometimiento.
A raíz del 9/11 lamentablemente se desataron algunos incidentes de islamofobia, que afortunadamente fueron controlados con rapidez y los culpables pagaron por ello.
En honor a la verdad, a diferencia de los iraquíes, los palestinos y otras naciones que mostraron abiertamente su regocijo ante la barbarie del atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York, la comunidad musulmana norteamericana, si no condenó el hecho apasionadamente, tampoco lo aplaudió y desde entonces ha mantenido el mismo bajo perfil de siempre, como ciudadanos del país con cualquier otra religión, disfrutando su derecho de profesar su fe sin ser molestados ni discriminados por ello. Pero al mismo tiempo ``lo islámico'' dejó de ser un tema de académicos y se convirtió en una materia de comentario y análisis del ciudadano común, con profusión de artículos periodísticos, libros políticamente correctos e incorrectos, documentales, etc., en fin, pasó a primer plano.
Desde que se comenzó a hablar de este mega centro islámico a sólo unas cuadras de la Zona Cero, donde antes se erigían las emblemáticas Torres Gemelas, se ha disparado el interés del norteamericano medio acerca de la comunidad musulmana local, sus intereses, su actitud con respecto al tema del terrorismo internacional, la yihad y la pretendida imposición de la sharia en Europa y quizás aquí, lo cual implica un reto para dicha comunidad y les pone en una posición difícil con respecto a sus lealtades, considerando la poca flexibilidad de los islamistas ortodoxos con respecto al tema.
En otras palabras la edificación de la llamada Mezquita Córdoba, por otros conocida como ``911 Mosque'', puede hacer más daño que bien a la comunidad musulmana norteamericana, porque aunque todos coinciden que tienen el derecho legal para edificarla, hacerlo constituye un desprecio total por la sensibilidad, no sólo de las víctimas y sus familiares, sino de todos los neoyorquinos cuyas vidas se vieron afectadas por tan sangriento hecho, perpetuado por terroristas islámicos.
Para los musulmanes reflexivos, que conceptual y religiosamente desean el restablecimiento del Califato y la imposición de la sharia en el orbe, la controversia actual también les perjudica pues saben que aún no es el momento para una conflagración violenta donde saldrían vencedores y prefieren seguir laborando en su tesis de que la sociedad occidental ha de destruirse desde adentro, con el fin de imponer el Islam.
Incluso los extremistas, patrocinadores y promotores de la violencia y la yihad como el doctor Abd al-Mu'ti Bayumi, miembro de la Academia de Investigaciones Islámicas de Egipto y una de las voces más autorizadas de los sunitas, declaró al respecto a través del periódico Al Masry Al Youm que rechaza totalmente la construcción de dicho edificio y dicha mezquita en esa área debido a que considera que el proyecto proviene de una ``mentalidad diabólica'' que desea conectar los sucesos del 11 de septiembre del 2001 con el Islam, quien según él es inocente de dicha acusación y que todo no es más que una ``conspiración sionista'' dirigida a dañar la imagen de su religión.
En fin, personalmente pienso que nadie se beneficia con la construcción de dicho megacentro islámico en ese lugar, que los trágicos eventos convirtieron en sagrado. Del mismo modo que no debemos combatir el odio con odio, tenemos que ser sensibles ante el dolor del otro, pues la vida a veces nos lleva a ser el otro.
No hubiera sido una mala idea que una representación de los musulmanes norteamericanos, buscando la reconciliación, se hubiera acercado a los familiares de las víctimas del 9/11 a mostrarles su solidaridad como ciudadanos de este país que compartían su pena, y quizás habrían obtenido de ellos algunas ideas para conseguirla. Ellos aún esperan, nosotros también.
By ROLAND J. BEHAR
Hace pensar y pienso. Desde su aparición hace 1,400 años el Islam, además de ser una religión, es un modo de vida, con leyes y preceptos establecidos para gobernar en los territorios adquiridos, puesto que en sus inicios carecía de ellos y los ha tomado desde entonces por y a la fuerza.
Los musulmanes históricamente han construido sus mezquitas tan pronto ha sido posible en los territorios conquistados, de la manera más fastuosa posible para demostrar el dominio del Islam en dicha área; recuérdese que Islam quiere decir sometimiento.
A raíz del 9/11 lamentablemente se desataron algunos incidentes de islamofobia, que afortunadamente fueron controlados con rapidez y los culpables pagaron por ello.
En honor a la verdad, a diferencia de los iraquíes, los palestinos y otras naciones que mostraron abiertamente su regocijo ante la barbarie del atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York, la comunidad musulmana norteamericana, si no condenó el hecho apasionadamente, tampoco lo aplaudió y desde entonces ha mantenido el mismo bajo perfil de siempre, como ciudadanos del país con cualquier otra religión, disfrutando su derecho de profesar su fe sin ser molestados ni discriminados por ello. Pero al mismo tiempo ``lo islámico'' dejó de ser un tema de académicos y se convirtió en una materia de comentario y análisis del ciudadano común, con profusión de artículos periodísticos, libros políticamente correctos e incorrectos, documentales, etc., en fin, pasó a primer plano.
Desde que se comenzó a hablar de este mega centro islámico a sólo unas cuadras de la Zona Cero, donde antes se erigían las emblemáticas Torres Gemelas, se ha disparado el interés del norteamericano medio acerca de la comunidad musulmana local, sus intereses, su actitud con respecto al tema del terrorismo internacional, la yihad y la pretendida imposición de la sharia en Europa y quizás aquí, lo cual implica un reto para dicha comunidad y les pone en una posición difícil con respecto a sus lealtades, considerando la poca flexibilidad de los islamistas ortodoxos con respecto al tema.
En otras palabras la edificación de la llamada Mezquita Córdoba, por otros conocida como ``911 Mosque'', puede hacer más daño que bien a la comunidad musulmana norteamericana, porque aunque todos coinciden que tienen el derecho legal para edificarla, hacerlo constituye un desprecio total por la sensibilidad, no sólo de las víctimas y sus familiares, sino de todos los neoyorquinos cuyas vidas se vieron afectadas por tan sangriento hecho, perpetuado por terroristas islámicos.
Para los musulmanes reflexivos, que conceptual y religiosamente desean el restablecimiento del Califato y la imposición de la sharia en el orbe, la controversia actual también les perjudica pues saben que aún no es el momento para una conflagración violenta donde saldrían vencedores y prefieren seguir laborando en su tesis de que la sociedad occidental ha de destruirse desde adentro, con el fin de imponer el Islam.
Incluso los extremistas, patrocinadores y promotores de la violencia y la yihad como el doctor Abd al-Mu'ti Bayumi, miembro de la Academia de Investigaciones Islámicas de Egipto y una de las voces más autorizadas de los sunitas, declaró al respecto a través del periódico Al Masry Al Youm que rechaza totalmente la construcción de dicho edificio y dicha mezquita en esa área debido a que considera que el proyecto proviene de una ``mentalidad diabólica'' que desea conectar los sucesos del 11 de septiembre del 2001 con el Islam, quien según él es inocente de dicha acusación y que todo no es más que una ``conspiración sionista'' dirigida a dañar la imagen de su religión.
En fin, personalmente pienso que nadie se beneficia con la construcción de dicho megacentro islámico en ese lugar, que los trágicos eventos convirtieron en sagrado. Del mismo modo que no debemos combatir el odio con odio, tenemos que ser sensibles ante el dolor del otro, pues la vida a veces nos lleva a ser el otro.
No hubiera sido una mala idea que una representación de los musulmanes norteamericanos, buscando la reconciliación, se hubiera acercado a los familiares de las víctimas del 9/11 a mostrarles su solidaridad como ciudadanos de este país que compartían su pena, y quizás habrían obtenido de ellos algunas ideas para conseguirla. Ellos aún esperan, nosotros también.
The Shark and the small fish
The Shark and the small fish
In his father’s billfold, in his mothers purse, on his brothers minds, on his girlfriends nightstand, in the hearts of a great number of friends and peers from school and fun times; there in a snapshot, with pain and woe one finds the profile of a lad with a boy’s face, large sad eyes and a wide smile.
So few are yet aware that when that lad was only 11 years old he wrote a book with such tenderness and ingenuity as only the pristine mind of a child can conjure. The story is about a small fish that encounters, at sea, a shark; whom he invites to play a game of hide-and-seek. They played until sundown, without incidents for the small fish and of course neither for the shark. As per the narrator, when both fish tell the story to their respective mothers, both were administered their criticism.
The sharks' mother said:
“...don't play with him anymore; the small fish are for us to feed upon”.
Accordingly, the mother of the small fish, who was horrified, recounted the horrible tales of relatives devoured by sharks, in such a way, that after that time, based on what both mothers had told them; the shark and the small fish avoided each other.
Thus a year went by, which toward the end, produced the inevitable chance encounter. The Shark said to the small fish: “You are my enemy, but we can make peace”
That story written by the child re-tells how the fish played secretly for days, weeks and months; until one day they decided to go together to tell their mothers. From that day forward, the shark and the small fish lived in peace.
Nothing stops it from being a children's story; albeit a miraculous dream if it were to become a reality in so many conflicts that humanity suffers, between enemies both definitive and habitual.
This lad, who was almost a child only four years ago, is the victim of a medieval practice of hand changing by pirates of the latter 20th century and, lamentably, the 21st ; the kidnapping.
The kidnapping is one of most degrading conditions that one human being can force upon another since the victim immediately loses their value as a person and becomes an “exchangeable commodity” for material wealth or for other legal or illegal captives.
The press informs us on a continuous basis of cases involving kidnappings of every stripe; from the jungles of Latin America to the Persian Gulf, with a host of variations and backdrops that vie for the greater cruelty and foulness. A far cry from the story of the shark and the fish.
During the 2nd year of his captivity, they allowed that lad to write a letter to his parents- to tell them how much he missed them, to what degree the extent of his suffering was physical, emotional and cerebral; to plead for a negotiated liberation and fulfill that perennial dream of his in which he finds himself free and embracing them.
Only his tormentors know in actuality what has been wrought upon him, and in what state his mind and body are. The life experience of others in similar circumstances forces us to assume the worst. That lad, before being captured, was better known for his sensitivity and wisdom than for his physical appearance; however, his mentality and courage enabled him to overcome and execute physical tasks beyond his limitations. We hope that remains so.
Those who love him have not seen him since he was 19 years old in June of 2006 when he was kidnapped while guarding a post on the frontier with the Hamas terrorists. He has himself described in one of the very rare statements the torturers have permitted, how they keep him in “an inhumane and intolerable nightmare”.
Lamentably, the role of Amnesty International and the Red Cross in Gaza have been null and void as Hamas has barred them access, while neither of those organizations have exerted a maximum earnestness to do so.
The Government of Israel has taken important steps to attain his freedom, concurrently as in previous engagements, in exchange for Palestinians convicted in a democratic state, with all of the guarantees of due process and transparency entailed therein. Everything has been insufficient for them and that lad is made to live as a martyr.
His name is Gilad Shalit and it is about time for him to go back to his home. As G-d would will it.
Roland J Behar
In his father’s billfold, in his mothers purse, on his brothers minds, on his girlfriends nightstand, in the hearts of a great number of friends and peers from school and fun times; there in a snapshot, with pain and woe one finds the profile of a lad with a boy’s face, large sad eyes and a wide smile.
So few are yet aware that when that lad was only 11 years old he wrote a book with such tenderness and ingenuity as only the pristine mind of a child can conjure. The story is about a small fish that encounters, at sea, a shark; whom he invites to play a game of hide-and-seek. They played until sundown, without incidents for the small fish and of course neither for the shark. As per the narrator, when both fish tell the story to their respective mothers, both were administered their criticism.
The sharks' mother said:
“...don't play with him anymore; the small fish are for us to feed upon”.
Accordingly, the mother of the small fish, who was horrified, recounted the horrible tales of relatives devoured by sharks, in such a way, that after that time, based on what both mothers had told them; the shark and the small fish avoided each other.
Thus a year went by, which toward the end, produced the inevitable chance encounter. The Shark said to the small fish: “You are my enemy, but we can make peace”
That story written by the child re-tells how the fish played secretly for days, weeks and months; until one day they decided to go together to tell their mothers. From that day forward, the shark and the small fish lived in peace.
Nothing stops it from being a children's story; albeit a miraculous dream if it were to become a reality in so many conflicts that humanity suffers, between enemies both definitive and habitual.
This lad, who was almost a child only four years ago, is the victim of a medieval practice of hand changing by pirates of the latter 20th century and, lamentably, the 21st ; the kidnapping.
The kidnapping is one of most degrading conditions that one human being can force upon another since the victim immediately loses their value as a person and becomes an “exchangeable commodity” for material wealth or for other legal or illegal captives.
The press informs us on a continuous basis of cases involving kidnappings of every stripe; from the jungles of Latin America to the Persian Gulf, with a host of variations and backdrops that vie for the greater cruelty and foulness. A far cry from the story of the shark and the fish.
During the 2nd year of his captivity, they allowed that lad to write a letter to his parents- to tell them how much he missed them, to what degree the extent of his suffering was physical, emotional and cerebral; to plead for a negotiated liberation and fulfill that perennial dream of his in which he finds himself free and embracing them.
Only his tormentors know in actuality what has been wrought upon him, and in what state his mind and body are. The life experience of others in similar circumstances forces us to assume the worst. That lad, before being captured, was better known for his sensitivity and wisdom than for his physical appearance; however, his mentality and courage enabled him to overcome and execute physical tasks beyond his limitations. We hope that remains so.
Those who love him have not seen him since he was 19 years old in June of 2006 when he was kidnapped while guarding a post on the frontier with the Hamas terrorists. He has himself described in one of the very rare statements the torturers have permitted, how they keep him in “an inhumane and intolerable nightmare”.
Lamentably, the role of Amnesty International and the Red Cross in Gaza have been null and void as Hamas has barred them access, while neither of those organizations have exerted a maximum earnestness to do so.
The Government of Israel has taken important steps to attain his freedom, concurrently as in previous engagements, in exchange for Palestinians convicted in a democratic state, with all of the guarantees of due process and transparency entailed therein. Everything has been insufficient for them and that lad is made to live as a martyr.
His name is Gilad Shalit and it is about time for him to go back to his home. As G-d would will it.
Roland J Behar
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