Del Partenón griego fueron expulsados sus dioses y fue utilizado como iglesia cristiana desde el siglo VI hasta que se le convirtió en mezquita entre 1456 y 1687.
La Iglesia de San Juan, en Damasco, fue reconstruida en 705 como mezquita luego de su destrucción durante la conquista musulmana en 636.
En Estambul, Hagia Sophia, también conocida como Santa Sofía, se transformó en la mezquita de Ayasofya desde 1453 hasta 1935. Luego se convirtió en la mezquita Hirami Ahmet Pasha a fines del siglo XVI. Ahora es un museo.
La Kasbah de Argel o Mezquita de Ketchaoua se torna en la Catedral de St. Philippe en 1962, allí donde se había construido la mezquita de Ketchaoua originalmente en el año 1845.
En la región de Ohrid de Macedonia, durante el Imperio Otomano, la iglesia de San Clemente en Plaosnik se transformó en la mezquita de Imater. Esta no sobrevivió al final del Imperio Otomano.
El Mausoleo de Salónica en Grecia fue primero construido como la iglesia de San Gregorio y luego convertido en una mezquita.
Luego de la conquista islámica de Persia, los templos dedicados a Zoroastro se convirtieron en mezquitas. Muestras de templos zoroastrianos hoy mezquitas pueden encontrarse en Bukhara, Istakhr y otras ciudades iraníes.
En septiembre de 1009, Al-Hakim ordenó demoler el área alrededor de la iglesia original de Constantino del Santo Sepulcro en Jerusalén. Se argumentó que la Iglesia del Santo Sepulcro se construiría en el Gólgota, donde se alegaba que Jesús había sido crucificado sobre una roca identificada por Helena y Macario. El objetivo era “echar por tierra hasta los cimientos” y la roca fue demolida en el intento de “hacer que todo rastro de ella desapareciera”. Todos los restos y las reliquias fueron “completamente aniquiladas”.
El Memorial al Genocidio Armenio fue un sitio conmemorativo de la muerte, entre 1915 y 1923, de de 1.5 millones de armenios cristianos a manos de los musulmanes turcos. El edificio fue volado por ISIS o DAESH el 21 de septiembre del 2014.
Un sinnúmero de iglesias, sinagogas y mezquitas fueron desecradas y convertidas al credo de los vencedores durante la convulsa época de la conquista musulmana de la península y luego por la reconquista de los reyes católicos.
Durante la ocupación jordana de Jerusalén entre 1948 y 1967, se respetaron la mayoría de los lugares sagrados cristianos y los lugares sagrados musulmanes fueron renovados. Pero los sitios sagrados judíos fueron dañados y destruidos. 58 sinagogas fueron profanadas o demolidas, intentando desjudeizar Jerusalén. El Kotel –o Muro de los Lamentos, como le llaman los gentiles– se transformó en un sitio sagrado musulmán. 38,000 tumbas del cementerio del Monte de los Olivos fueron sistemáticamente destruidas, y los judíos no podían ser enterrados allí.
Las legiones árabes expulsaron a los residentes judíos de la ciudad vieja y permitieron que musulmanes árabes se instalaran en el barrio judío.
Luego de la victoria israelí en la guerra de los Seis Días en 1967, Jerusalén fue recuperado; pero los judíos no imitaron a sus predecesores: ¡muy por el contrario! Los judíos permitieron y permiten la autonomía de la Waqf musulmana en la gestión de Al Aqsa.
La Mezquita de Al Aqsa fue construida por el califa musulmán Al-Walid 20 años después de erigirse la Cúpula de la Roca, en el año 711, en un extremo de la plataforma del Monte del Templo, identificando el lugar desde el cual Mahoma (según ellos) ascendió al cielo sobre las ruinas de los dos templos judíos en lo que fue centro de su creencia hasta antes de su destrucción por los romanos para construir un templo pagano. La mezquita recuperó su función original cuando Saladino tomó la ciudad en 1187, y desde entonces está bajo control musulmán.
Ahora se está acusando falsamente a los israelíes de querer cambiar el status quo de la mezquita, para justificar la ola de violencia, asesinatos y posible intifada que han ocurrido en todo Israel en las últimas semanas, aunque más en Jerusalén, en muchos casos, por árabes-israelíes.
El presidente israelí Reuven Rivlin dijo este miércoles en Jerusalén, que “…Israel no tiene intención alguna de cambiar el statu-quo” en el complejo de Al-Aqsa, como un sitio sagrado tanto para musulmanes y judíos. Como siempre, la prensa condena a Israel por defenderse. Esto no es nuevo. Será otra crisis de la que saldrá vencedor, pésele a quien le pese. Para colmo, la ONU propone que el Kotel pase a manos de los musulmanes. ¡Vaya osadía! ¡Que sigan soñando! El Kotel seguirá siendo un sitio sagrado para los judíos hasta que algún día BH, luego de la llegada del Mesías, se reconstruya el Templo. ¿A Ud. no le parece? A mí, sí.
La Iglesia de San Juan, en Damasco, fue reconstruida en 705 como mezquita luego de su destrucción durante la conquista musulmana en 636.
En Estambul, Hagia Sophia, también conocida como Santa Sofía, se transformó en la mezquita de Ayasofya desde 1453 hasta 1935. Luego se convirtió en la mezquita Hirami Ahmet Pasha a fines del siglo XVI. Ahora es un museo.
En la región de Ohrid de Macedonia, durante el Imperio Otomano, la iglesia de San Clemente en Plaosnik se transformó en la mezquita de Imater. Esta no sobrevivió al final del Imperio Otomano.
El Mausoleo de Salónica en Grecia fue primero construido como la iglesia de San Gregorio y luego convertido en una mezquita.
Luego de la conquista islámica de Persia, los templos dedicados a Zoroastro se convirtieron en mezquitas. Muestras de templos zoroastrianos hoy mezquitas pueden encontrarse en Bukhara, Istakhr y otras ciudades iraníes.
El Memorial al Genocidio Armenio fue un sitio conmemorativo de la muerte, entre 1915 y 1923, de de 1.5 millones de armenios cristianos a manos de los musulmanes turcos. El edificio fue volado por ISIS o DAESH el 21 de septiembre del 2014.
Un sinnúmero de iglesias, sinagogas y mezquitas fueron desecradas y convertidas al credo de los vencedores durante la convulsa época de la conquista musulmana de la península y luego por la reconquista de los reyes católicos.
Durante la ocupación jordana de Jerusalén entre 1948 y 1967, se respetaron la mayoría de los lugares sagrados cristianos y los lugares sagrados musulmanes fueron renovados. Pero los sitios sagrados judíos fueron dañados y destruidos. 58 sinagogas fueron profanadas o demolidas, intentando desjudeizar Jerusalén. El Kotel –o Muro de los Lamentos, como le llaman los gentiles– se transformó en un sitio sagrado musulmán. 38,000 tumbas del cementerio del Monte de los Olivos fueron sistemáticamente destruidas, y los judíos no podían ser enterrados allí.
Luego de la victoria israelí en la guerra de los Seis Días en 1967, Jerusalén fue recuperado; pero los judíos no imitaron a sus predecesores: ¡muy por el contrario! Los judíos permitieron y permiten la autonomía de la Waqf musulmana en la gestión de Al Aqsa.
La Mezquita de Al Aqsa fue construida por el califa musulmán Al-Walid 20 años después de erigirse la Cúpula de la Roca, en el año 711, en un extremo de la plataforma del Monte del Templo, identificando el lugar desde el cual Mahoma (según ellos) ascendió al cielo sobre las ruinas de los dos templos judíos en lo que fue centro de su creencia hasta antes de su destrucción por los romanos para construir un templo pagano. La mezquita recuperó su función original cuando Saladino tomó la ciudad en 1187, y desde entonces está bajo control musulmán.
Ahora se está acusando falsamente a los israelíes de querer cambiar el status quo de la mezquita, para justificar la ola de violencia, asesinatos y posible intifada que han ocurrido en todo Israel en las últimas semanas, aunque más en Jerusalén, en muchos casos, por árabes-israelíes.
El presidente israelí Reuven Rivlin dijo este miércoles en Jerusalén, que “…Israel no tiene intención alguna de cambiar el statu-quo” en el complejo de Al-Aqsa, como un sitio sagrado tanto para musulmanes y judíos. Como siempre, la prensa condena a Israel por defenderse. Esto no es nuevo. Será otra crisis de la que saldrá vencedor, pésele a quien le pese. Para colmo, la ONU propone que el Kotel pase a manos de los musulmanes. ¡Vaya osadía! ¡Que sigan soñando! El Kotel seguirá siendo un sitio sagrado para los judíos hasta que algún día BH, luego de la llegada del Mesías, se reconstruya el Templo. ¿A Ud. no le parece? A mí, sí.
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